Parteaguas

Así llegamos al final

Jonathan Ruiz indica que comprar empresas en México o invertir fuertemente en ellas en este momento conlleva un alto riesgo al no conocer cuáles serán las reglas cuando los legisladores quieren cambiarlas todas.

Lo que sea que los miembros del partido político Morena llamen "neoliberalismo" estará amenazado a partir del sábado. Viene la nueva era que advirtió ya antes El Financiero en una portada. El sistema actual creó los empleos que existen hoy, con la inversión aplicada hasta ahora. Así llegamos hasta aquí, al compararnos con el resto de países de Latinoamérica: México cerrará 2018 con un mediocre 2 por ciento de crecimiento económico, pero que es un número en terreno positivo y está por arriba del 1.3 por ciento del promedio regional. Consideren el contexto: Venezuela se desplomó este año con una caída —no crecimiento— del 10 por ciento. Argentina también cerrará 2018 con una baja aproximada del 2.7 por ciento. Brasil roza el 1.2 por ciento de aumento en su PIB en 2018.

México es también el país más manufacturero de la región. De sus exportaciones totales, 84 por ciento proviene de las que hacen las fábricas principalmente de electrónicos y automotrices, un 8 por ciento de la agricultura y el resto las aportan el petróleo y otros commodities. Comparen eso con Brasil, que le sigue en la región, en donde apenas el 39 por ciento lo aporta la manufactura.

Las reservas internacionales suman 174 mil millones de dólares y están solo por debajo justamente de Brasil, en donde contabilizan 388 mil millones. Ambas naciones sobrepasan por mucho los 55 mil millones de Argentina o 62 mil millones de Perú.

Al cierre de 2018 los mexicanos cerrarán con una inflación del 4.4 por ciento, ligeramente arriba de la de Chile o Colombia, pero incomparable con el 48 por ciento de Argentina y ni hablar de Venezuela en donde ya perdieron el control.

En competitividad de la economía, México solo aparece abajo de Chile en el ranking regional del Foro Económico Mundial y ahí empiezan las razones que hacen comprensible el viraje político de los mexicanos. Los habitantes de esta nación trabajan mucho, pero debido a que no obtuvieron muchas habilidades durante su edad escolar, en general solo producen cosas y servicios de bajo valor y por ende obtienen salarios pequeños, así que en la lista general aparecen hasta el número 51 entre las naciones más competitivas del mundo. En productividad, Latinoamérica entera ha sido rebasada por África y Europa Oriental en donde ya trabajan en innovación del tipo que cambiará las reglas de la salud y de la inteligencia artificial como la que opera en un smartphone.

Las instituciones mexicanas aparecen en el lugar 123 del ranking de la misma organización, principalmente porque por impunidad y corrupción, el Estado perdió la capacidad de cuidar la seguridad de su gente, lo que explica el hartazgo de los votantes.

Lo que viene con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador no lo conocemos, pero un empresario con capacidad de darle un rozón al Producto Interno Bruto nacional me advirtió que no harán grandes inversiones pronto. Comprar empresas en México o invertir fuertemente en ellas en este momento conlleva un alto riesgo al no conocer cuáles serán las reglas cuando los legisladores quieren cambiarlas todas.

Los economistas de JPMorgan coinciden. Esto informaron a sus clientes globales sobre México en su Presentación Mensual de Referencia Económica de Latinoamérica: "El presidente electo AMLO parece haber dejado de lado su pragmatismo inicial"…, expuso el principal banco estadounidense al referirse a las consultas "no ortodoxas" que habrán de regir las grandes decisiones del Ggbierno, entre ellas, el destino del sector energético.

"Pensamos ahora que el gasto de las empresas representará un pequeño lastre en lugar de un factor de empuje del crecimiento del año entrante, mientras que otros efectos secundarios podrían seguir. Por lo tanto, recortamos nuestro pronóstico del PIB para el próximo año en 0.5 por ciento, a 1.9 por ciento".

No podemos descartar que el sistema que termine imponiendo la mezcla de poderes de la izquierda funcione, pero hasta ahora sus señales no ayudan a entender qué es lo que provocarán en los mexicanos para generar la riqueza que urge.

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