Parteaguas

Pemex ‘las corta’ con la península de Yucatán

Al próximo presidente Andrés Manuel López Obrador le estallará el problema de las altas tarifas eléctricas en Yucatán, y la razón es que no hay gas en la península.

Por si alguna vez se lo preguntaron. ¿Por qué hay más fábricas en Monterrey que en Mérida? Porque los regios pagan el gas 3 dólares por millón de BTUs, que es la medida común y su precio en Texas, mientras que en Mérida, si quieren, les cuesta 18 dólares porque tendrían que pelearlo internacionalmente en su versión congelada con chinos y japoneses.

Con gas natural se produce acero, cemento, vidrio o también la mayor parte de la electricidad en México, así pueden responder la pregunta inicial.

La mecha de un problema que le estallará al próximo presidente Andrés Manuel López Obrador está en las tarifas eléctricas. El epicentro está en la única región relativamente pacífica que le queda al país.

Depende a quien le pregunte, las alzas en los precios de la energía eléctrica rondan el 50 por ciento anual para los negocios de un año a otro y la razón es que no hay gas en la península de Yucatán. El poco que aún llega lo consumen tres o cuatro clientes que aún tiene Pemex en la región, pues hasta a CFE le surte ocasionalmente y ésta debe recurrir al sucio combustóleo para no dejar Mérida y Cancún a oscuras.

Para fines prácticos, en términos energéticos esa zona nacional ya es como una isla caribeña. La gasolina es importada, la turbosina es importada y gas… pues hay poco y algunas fuentes especulan con que Pemex cerrará todo el suministro en noviembre.

Van dos casos con buena dosis de sarcasmo. El año pasado concesionaron la distribución de gas natural en Mérida. La ganadora fue la española Naturgy, antes gas Natural Fenosa, de Francisco Reynés.

Ellos son viejos conocidos en México, distribuyen el gas en Monterrey, precisamente.

Pero hay un detalle. Que no tienen gas porque Pemex no puede surtirles porque tampoco tiene, porque cada vez produce menos, porque no tiene para invertir y el poco capital que tiene lo dedica a invertirlo en el crudo, que es lo más rentable.

Va el otro caso, Juan Manuel Ponce es más yucateco que el relleno negro, pero acaba de decidir que su nueva planta de producción de Caribe Cooler la abrirá en Querétaro porque no tiene sentido producirlo en Yucatán debido a los altos costos de la electricidad.

Hablamos de un hombre que forma parte del consejo de Bepensa, la distribuidora de Coca Cola en la región, si bien se graduó en administración de empresas por la Universidad de Dayton, está genéticamente entrenado para promover a su región en calidad de presidente local de Canacintra. Pero aún en su condición, debe evitar que los accionistas pierdan dinero.

Hoy intenta ante la Comisión Reguladora de Energía que se modifique el esquema tarifario para homologarlo nacionalmente y permitir que su región compita por inversiones.

Ya en un documento de 2015 Pemex, hoy a cargo de Carlos Treviño, había reconocido la alta vulnerabilidad de que le quitaran mercado de combustibles ante la llegada de nuevos competidores en la península del sur.

Está claro que se hizo poco para evitarlo. Y no, no es dejando de exportar, como lo pretende AMLO, como se resolverá el problema. México como país es dependiente de Estados Unidos y ahora hasta importarlo cuesta trabajo, pues los nuevos ductos que licitó en su momento la CFE cuando la encabezó Enrique Ochoa, no pueden operar porque hay "grupos sociales" impidiéndolo. Así andamos.

Jonathan Ruiz es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.

Opine usted: jruiz@ elfinanciero.com.mx; facebook: @RuizTorre

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