Parteaguas

¿Por qué investiga la Cofece la empresa de Claudio X. González?

La dueña de Pétalo y Kleenex está bajo investigación por 'prácticas monopólicas' en el mercado del papel de baño pero, ¿habrá sido para mantener precios bajos?

Piensen en una marca de papel de baño… ahora en una de pañuelos desechables… finalmente en una de toallas higiénicas femeninas.

Hagamos la prueba: ¿Pensaron en Pétalo, Kleenex y Kotex? Las tres son marcas de la familia González, de Claudio X. González Laporte, un personaje cuyo nombre suele motivar polémicas discusiones durante periodos elecciones presidenciales mexicanas, por su presunta influencia en las mismas.

Nuevamente en este periodo electoral le acecha la polémica, pero esta vez es su empresa la que destaca.

La Cofece, esa dependencia fortalecida con las reformas estructurales en 2014, comunicó la semana pasada que investiga el negocio que involucra a Kimberly-Clark de México dirigida por Pablo González Guajardo.

La referida autoridad revisa la "posible comisión de prácticas monopólicas absolutas" en el mercado de papel higiénico, entre otros productos relacionados con la propietaria de Pétalo.

La investigación en curso refiere hechos que por su fecha podrían haber violado la ley vieja de competencia económica, pero también contravienen posiblemente la nueva emitida hace cuatro años en lo referente a precios. ¿Influyó Kimberly Clark indebidamente en el mercado del papel que usamos todos? Hay algo interesante aquí. De haber influido, hay que ver si fue para mantenerlos bajos durante un tiempo.

Regresen al cálido mayo de 2015. En esos días desapareció Charmin de los anaqueles. Recuerden la figura regordeta de la mascota con la que P&G -una empresa con ingresos casi 40 veces más grandes que los de la mexicana- promovió su producto de noble uso mediante un jingle: Cha, cha, cha, Charmin. Y Charmin se fue. No pudo competir más en México.

Una analista experta en Kimberly escribió lo siguiente en esos días:

"El paisaje de competencia se volvió más fácil en papel de baño dada la salida de P&G de México", expuso Andrea Teixeira, del banco estadounidense JPMorgan, en un reporte.

Esa cita reflejaba la confianza de que acabado un periodo en el que, atención, las empresas de esta actividad invirtieron fuerte en bajar los precios para ganar mercado. Una guerra de baja de precios que aparentemente perdió P&G y terminó ondeando la bandera blanca en México.

El reporte de Teixeira fechado el 7 de mayo de 2015 añadía que en esos días Walmart, entre otras cadenas de tiendas, comenzaban finalmente a aceptar alzas. ¿Cómo se comportaron los precios antes y después?

De 2010 a 2014 —cuando operaba la vieja ley y los hechos que refiere Cofece— los precios del papel de baño en México aumentaron sólo 3.7 por ciento, muy por debajo de la inflación general de 16 por ciento presentada en el mismo lapso, según el Inegi.

Justamente durante esos cuatro años en los que Pétalo y Charmin enfrentaron aparentemente una guerra.

De entonces a la fecha este producto aumentó 21 por ciento su precio en casi cuatro años, mientras que la inflación general lo hizo 14 por ciento en el periodo.

Ojo. En años recientes, la celulosa para hacer papel se encareció internacionalmente y su cotización en dólares no ayuda a los productores mexicanos.

Varias causas de los accionistas de Kimberly-Clark de México han sido nobles, como la de defender el derecho a la educación o a la práctica del buen periodismo. Hasta el momento, la Cofece no ha comprobado actos indebidos de la empresa.

Para la hueste de Claudio X. González hay una investigación en curso y nada más. Su reputación se pone a prueba como escudo justo ahora que, coincidentemente, estamos en elecciones.

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