Autonomía Relativa

AMLO, propuestas por encuesta

Muchas propuestas de Andrés Manuel López Obrador resultan ser recursos tramposos en donde la discusión él ya la tiene ganada.

Las propuestas de AMLO más sonadas en esta campaña seguramente las prueba, las mide en encuestas. Uno puede imaginar las respuestas no sólo en grandes muestreos, sino hasta en pequeños grupos ciudadanos: ¿Usted está de acuerdo en quitarle la pensión a los expresidentes del país? ¿Le parece justo que se destinen millones de pesos para mantenerlos? La respuesta inmediata es que sí, que se las cancelen y que no les parece justo. Es juntar el planteamiento fácil con el sentimiento de enojo, la respuesta es clara y contundente: que se las quiten. Una vez seguros de tener el sí en esa pregunta –pues todos conocen a los expresidentes, aunque quizá pocos recuerden al que curiosamente es como AMLO, Luis Echeverría–, se procede a lanzarla con bombo y platillo en redes y medios y poner en aprietos a los adversarios para decidir si ellos mantendrían las pensiones o las quitarían. Defenderlas resulta entonces complicado porque ante la gente enojada parece que se defiende un privilegio, así que no sólo gana en el lanzamiento de la propuesta sino en arrinconar a sus enemigos agrupándoles en "la mafia del poder" que se reparte el dinero.

Lo mismo sucede con el aeropuerto. Según estudios más de 70 por ciento de los mexicanos no se han subido a un avión y el nuevo aeropuerto es una obra del gobierno con más baja credibilidad que es el actual. La gente normalmente sospecha que hay corrupción detrás de toda obra pública –lamentablemente es una sospecha fundada–. Entonces las preguntas: ¿Usted está de acuerdo en que se clausure el nuevo aeropuerto porque es muy costoso? Claro que sí, contesta la gente que por supuesto ni usa los aeropuertos y le vale. Además para colmo es proyecto centralista en la Ciudad de México. Otra pregunta: ¿Usted cree que hay corrupción del gobierno en las obras del aeropuerto? Claro que sí, contestaríamos todos –habiendo volado o no en un avión–. Entonces el aeropuerto irá para atrás con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos. Los adversarios de AMLO tienen entonces que entrar en la dinámica de defender una obra que sólo beneficia –aparentemente– a un sector minoritario de la población, a los chilangos y a los ricos que viajen en avión y, peor aún, que se está defendiendo la corrupción en las obras de esas instalaciones. Otro golpe a "la mafia del poder".

Vender el avión. Buscar algo material que simbolice lujo, derroche y cosas inalcanzables para el pueblo, es por supuesto, un avión para uso exclusivo de algunos, en este caso el presidente y su séquito. La pregunta es obvia: ¿Le parece bien que el presidente tenga un avión para su uso personal? La respuesta segura es no –menos tratándose de un presidente poco popular como lo es Peña–. La siguiente pregunta seguramente fue: ¿Le parecería que se vendiera ese lujoso avión que sólo usa él y el dinero se destinara a los más necesitados? Claro que sí contestarán todos. Y entonces los adversarios entrarán en la bronca de defender el símbolo del derroche y el lujo. Asunto difícil pues no hay manera de quedar bien y hacerlo sería una muestra más de la unión de "la mafia del poder" que defienden sus privilegios.

Como se puede ver, son recursos tramposos –y promesas de campaña fácilmente cumplibles–, para ponernos a discutir a los demás cuando él ya tiene ganada la discusión de antemano. Lo que es increíble es que tantos sigan cayendo en su juego en lugar de ir a buscar sus propias preguntas.

COLUMNAS ANTERIORES

Suena raro
La mirada pública

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.