Autonomía Relativa

¿Nestora senadora?

En el México de López Obrador la secuestradora será senadora, los criminales perdonados y los empresarios una minoría rapaz. Ese es el panorama.

El asunto de Nestora Salgado no es cualquier cosa. De hecho me parece que es uno de los asuntos más relevantes de esta campaña, porque pinta completo al líder en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador. Meade llevó el tema al segundo debate presidencial; ha insistido en que la señora Salgado no debe ser senadora. La discusión ha subido a los medios y no es para menos. ¿Debe una persona acusada de secuestrar y de convertirse en autoridad en su localidad, ser senadora plurinominal tan sólo porque un candidato la seleccionó para provocar? Qué va a pasar con la señora Salgado, es importante para poder imaginar el país que dibuja Andrés Manuel.

El Poder Legislativo ha sido visto por los partidos como el carrusel en el que reparten chambas a sus compromisos internos; cuando se acerca la época de la formación de listas de candidatos es cuando los partidos montan su 'feria del empleo'. Todos los partidos han tenido en sus filas porros y delincuentes. En esto el PRI, sin duda, ha destacado; tan sólo recordar a Romero Deschamps es para indignarse. Pero ese es el PRI, el de siempre, el de ahorita y aquel en el que militó López Obrador. El problema es que AMLO trae, según él y sus devotos, una propuesta de cambio en todo el ámbito político. Pues bueno, ya sus listas nos dicen algo muy claro de ese México del cambio lopezobradorista: no solamente los corruptos, como siempre con el PRI, sino también la delincuencia organizada, se sentarán en los lugares de decisión de la República.

Es claro: En el México de López Obrador la secuestradora será senadora; los criminales perdonados y los empresarios una minoría rapaz. Ese es el panorama.

Hay que señalar que el mero hecho de que un candidato a la presidencia como Andrés Manuel seleccionara a la señora Nestora y a Napoléon Gómez Urrutia como senadores de la República, nos revela lo que piensa el señor de las instituciones: un refugio para delincuentes y gente cuestionada. Es conocido que la señora Salgado tiene en su contra testimonios que han tomado en cuenta comisiones de derechos humanos. Que no se le haya probado la acusación es otra cosa, por falta de talento y capacidad de los ministerios públicos. Pero AMLO debe de saber que la señora maneja armas, y se movía como si fuera la ley en su pueblo. Tan sólo eso le debió dar señales de alerta. Grandes criminales han librado acusaciones de asesinatos y quedan en la cárcel por delitos menores o son liberados; no les comprueban su culpa, pero eso no los hace inocentes. La amnistía que ha prometido López Obrador a la delincuencia tiene ya en Nestora a su primer liberada.

¿Qué hace AMLO exponiendo su liderazgo por una mujer que fue acusada de secuestro y que ha incurrido en actos de violencia? Es esa idea que tiene de sí mismo como personaje que limpia y cura, tan sólo acercarse con él quita lo corrupto, secuestrador, lo tranza y hasta lo tarado. Rectificar es algo que siempre se agradece en los políticos. Los arranques y desplantes de López Obradror sí son de cuidado, porque están en posibilidades de ganar. Traer a la secuestradora al Senado no sólo es una mala idea, es un despropósito y es una afrenta. Y luego se quejan de que les hacen 'guerra sucia' cuando ellos solitos se meten al agujero.

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