Leon Opalin

Irrefrenable la violencia antisemita en Francia

El columnista opina que los musulmanes de Francia y del resto de Europa cada vez más se ven influenciados por la radical Hermandad Musulmana.

Ante la falta de acción y la apatía de las autoridades judiciales de Francia han aumentado los incidentes antisemitas en ese país; estadísticas policiales francesas contabilizaron entre 400 y 600 casos anuales en promedio entre el 2010 y el 2017. La mayoría de las agresiones se registraron en Sinagogas, escuelas e instituciones judías y en menor proporción en las calles. Sin embargo, dos crueles asesinatos de ancianas judías en París, en abril 2017 y marzo del 2018; conmocionaron no solo a su numerosa comunidad judía, de alrededor de 500 mil personas, sino a Francia y al mundo en general. También evidenciaron que la policía no hizo nada ante las repetidas llamadas de protección que realizaron ambas víctimas al ser amenazadas de muerte.

El primer crimen de abril del 2017 fue el de Sarha Halimi, judía de 65 años, médica jubilada, que fue brutalmente torturada, asesinada y arrojada desde la ventana de su departamento por un joven vecino musulmán al grito de Ala Hu, Akbar, Dios es grande. Su muerte provocó una gran polémica entre la comunidad judía que reclamó que fuera considerado como un crimen antisemita, algo que la fiscalía tardó meses en solicitar, pese a que el presidente, Emmanuel Macrón, consideró que había que aclarar si se trataba de un crimen antisemita o no. En marzo pasado, el tribunal a cargo del caso confirmó que el asesinato de Halimi tuvo un trasfondo antisemita.

El segundo crimen, el de Mireille Knoll, al final de marzo pasado, que vivía en el mismo distrito de Halimi en Paris, fue espeluznante al tratarse de una anciana discapacitada que fue violada y asesinada por dos hombres "por razones de la religión de la víctima". Knoll era una superviviente de las persecuciones nazis en Francia durante la Segundo Guerra Mundial. En 1942 logró escapar de la redada de Vé, d´Hiv en la que más de 13 mil judíos, entre ellos 4 mil niños como Knoll, fueron detenidos por policías franceses bajo órdenes del régimen colaboracionista de Vichy y llevados al Velódromo de Invierno en París; desde donde fueron trasladados al campo de exterminio de Auschwitz, en la Polonia ocupada.

Las autoridades judiciales de Francia cuando ha ocurrido un asesinato de un judío por parte de un musulmán, no se refieren al carácter religioso de este último, generalmente es descrito como "radical" para evitar que las autoridades y los medios sean tildados de islamofobia. En este ámbito, cabe destacar que una parte importante de los casi 5 millones de musulmanes de Francia son una fuerza importante de electores para los diferentes partidos políticos, de aquí que, en general, el gobierno procura ser "amable" con ellos; a pesar de que un número significativo de musulmanes no se integra social y culturalmente a los valores franceses.

Los franceses temen al terrorismo islámico, porque han sido víctimas del mismo. Una encuesta al final de marzo pasado reveló que 83.0% de los franceses están a favor de la expulsión de todos los extranjeros que tengan un "expediente" en los servicios de inteligencia, que se refiere a que son considerados como una amenaza para la seguridad nacional.

En este contexto, en un estudio realizado por la Foundation for Political Inovation (Fondapal) en el 2014, se constató el ambiente antisemita que priva en Francia, a una cuarta parte de los franceses y 42.0% de los musulmanes no les agradan los judíos; esto explica en buena medida, al igual el creciente número de ataques a los judíos, el que estos últimos se hayan visto obligados a ocultar su condición de judíos por temor a ser atacados; "la identidad judía se está desdibujando". Históricamente los judíos de Francia han sido satanizados por la Iglesia Católica, hoy día existen reminiscencias del antisemitismo de los franceses católicos, que representan 52.0% del total de la población y también de los partidos de izquierda que disfrazan su antisemitismo atacando a Israel.

En este entorno hay que reconocer que en el presente que los musulmanes constituyen una amenaza para la comunidad judía en Francia, empero, no solo para ellos, también para los franceses que han sido víctimas de múltiples atentados por parte de terroristas islámicos. Francia es el primer país musulmán de Europa, actualmente los 6 millones que profesan esta fe en Francia representa a 8.8% de la población total del país, porcentaje que se estima se duplicará en el año 2050; tendencia que también se observará en Europa; en la actualidad significan 5.0% de la población Europea de 500 millones de personas. El número de musulmanes en Europa pasará de 25 millones hoy día a 75 millones en el 2050 por el peso de su mayor tasa de natalidad frente a los europeos y por la creciente inmigración.

El aumento de la población musulmana en Europa ha creado temor entre los europeos no solo porque no se integran a las sociedades locales, sino que desde niños se les inculca que deben tomar el control del continente, de la misma manera que se hace con los niños de la Franja de Gaza respecto a Israel.

Los musulmanes de Francia y del resto de Europa cada vez más se ven influenciados por la radical Hermandad Musulmana que usa a organizaciones benéficas para convertir a musulmanes seculares o religiosos moderados en islamitas radicales, a través de la Yihad (guerra santa) enseña a los niños musulmanes que Francia colapsará debido a la falta de ética, (musulmana) en la sociedad francesa. La Hermandad Musulmana considera que el establecimiento del Reino de Alá en la tierra no se puede lograr mediante la oración y la predicación en solitario; para alcanzar ese objetivo es necesario que los que no reconocen la autoridad de Ala deben ser asesinados. "Alá es nuestro objetivo, el Corán nuestra constitución y el Profeta nuestro líder, la lucha es nuestro camino y la muerte por Ala es nuestra inspiración".

Libros islámicos que están prohibidos en Jordania y Arabia Saudita porque defienden la Yihad como medio para expandir el control musulmán en todo el mundo, están disponibles en las librerías de los suburbios árabes de Paris. Analistas consideran que si los gobiernos de Europa "no hacen nada efectivo", países como Francia, Dinamarca y Bélgica quedarán bajo el dominio islámico en un futuro cercano.

Debido al creciente ambiente de inseguridad en Francia vinculado con el antisemitismo, alrededor de 60 mil judíos abandonaron el país entre el 2000 y el 2017, el mayor número casi 6 mil, se registró en el 2015 cuando se inició una ola de atentados contra los judíos como el que se realizó contra el semanario satírico Charlie Hebdo; en las tres décadas previas 50 mil judíos salieron de Francia para establecerse en Israel. El Islam radical amenaza a los judíos en todo el mundo.

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