Luis Pazos

Estrategia del PRI para subirse al ring

El columnista analiza la decisión de Enrique Peña Nieto de escoger José Antonio Meade como el abanderado para la próxima elección.

Para tener la posibilidad de ganar las elecciones, EPN escogió para el PRI un candidato a Presidente que no lo vieran como un priista más, pues a todos los potenciales candidatos priistas los relacionaban con la corrupción rampante de los miembros de ese partido. Por ello seleccionó a un no priista, quien colaboró como Secretario de Hacienda en el gobierno del PAN. Bien visto por muchos empresarios y con fama de honesto.

A pesar de tener José Antonio Meade cualidades positivas, la carga negativa del PRI, el partido que representa, pesó más en la precampaña que sus cualidades. De 17% de preferencias al iniciar la precampaña, la terminó en 14%, cayó 3 puntos, y quedó en un lejano tercer lugar; mientras sus principales competidores subieron: AMLO de 31 a 33%, 2 puntos, y Anaya de 19 a 25%, 6% puntos. (Encuesta de Reforma).

Medios internacionales, como The Economist, señalaron que la lucha por la Presidencia será entre AMLO y Anaya, sin darle posibilidades al candidato del PRI, José Antonio Meade, quien a pesar de su fama de honesto no pudo inflar al PRI.

La estrategia de poner un candidato no priista, y con buenos antecedentes, no le funcionó al PRI para entrar a la campaña en un segundo lugar, y a la hora de las elecciones captar el voto útil de varios panistas y el del miedo a AMLO de la mayoría de los indecisos, que en principio decidirán la elección.

El estigma del PRI es la corrupción. Para emparejar al PRI con el PAN en ese rublo, denunció que Anaya también es un corrupto como los priistas, y que la ventaja del PRI, aunque parezca increíble, es tener un candidato no priista, no corrupto, a diferencia de sus "gobers" y políticos priistas.

La estrategia del PRI es mandar al candidato del PAN al tercer lugar y subirse, utilizando todos los medios, legales e ilegales, al ring con AMLO, y buscar el triunfo con el voto del miedo a AMLO. Ese es el tortuoso plan de los priistas, que a cualquier costo quieren recetarle a los mexicanos, a quienes buscan convencer mediante un multimillonario presupuesto de comunicación social a su servicio, que son la mejor opción, a pesar de que está claro que EPN generó un retroceso en el campo económico, aumentó la inseguridad y la corrupción.

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