He Dicho

A grandes males...

Se trata de transformar y modificar lo que durante muchos años no ha funcionado, escribe Miguel Gurwitz.

... Mismos remedios. Así está el futbol mexicano.

Una nueva administración está por comenzar en la Federación Mexicana de Futbol, aunque lo verdaderamente trascendente es saber qué tan diferente será. Hablamos de formas y fondos, de métodos, de mecanismos y de la visión de los nuevos administradores del futbol mexicano.

Por lo pronto empezamos mal, y no hablo de quienes ocuparán los puestos de mayor responsabilidad, sino del medio en general, y lo digo porque hoy, como cada cuatro años, el tema toral es el nombre del siguiente entrenador de la Selección mexicana. ¡Increíble!

No nos bastan casi 30 años y seis Mundiales estancados en el mismo sitio. No nos son suficientes derrotas dolorosas, histórica o heroicas; menos si el rival en turno era tan frágil como Estados Unidos o imponente como Brasil, Alemania, Argentina u Holanda.

Seguimos aferrados al 'no era penal', la inexplicable alineación del Bofo Bautista, los cambios no realizados en el 94, el golazo de Maxi en el 2006, el teatro de Neymar, etcétera; es decir, para la derrota encontramos razones, pretextos y explicaciones porque lo más fácil es señalar y encontrar un tercero que justifique nuestros fracasos.

Coleccionamos derrotas de todo tipo, pero seguimos creyendo dos cosas:

1. Que el jugador mexicano es más de lo que nos ha podido demostrar en tres décadas.

2. Que el entrenador es quien hará el cambio posible.

No es la designación de un nuevo entrenador. Se trata de transformar y modificar lo que durante muchos años no ha funcionado, y eso incluye la colección de partidos inservibles en Estados Unidos, el absurdo número de extranjeros jugando en nuestra Liga, renunciar a competir con los mejores (léase Conmebol), seguir tapando la salida de lo que producen varios clubes en sus fuerzas básicas y, principalmente, dejar de ver a la Selección mexicana como la gallina de los huevos de oro. Se trata de entender que la explotación comercial de la marca 'Selección' debe encontrar un límite.

Hoy, y lo digo honestamente, el nombre del entrenador debería ser un tema secundario, si de verdad nos interesara un poquito el futuro de nuestro futbol y si entendiéramos lo que la historia nos ha restregado durante seis ciclos mundialistas, entonces buscaríamos algo más que un simple nombre.

A los grandes males del futbol mexicano le seguimos dando los mismos remedios.

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