Canelo es una mentira. Canelo es fraude. Canelo no es boxeador. Canelo está donde está gracias a la mercadotecnia. Canelo nunca será leyenda. Canelo no ha peleado con los mejores, etc., etc., etc. En esto de descalificar somos los más veloces y astutos, y me incluyo, porque después de la pelea del sábado publiqué en Twitter que, tras el fallo de los jueces, el boxeo perdía con nocaut incluido a la credibilidad.
El domingo por la mañana volví a ver la pelea y ciertamente modifiqué mi manera de pensar. Sigo creyendo que ganó Golovkin, pero ya no encontré desmesura en las tarjetas de los jueces, y si bien es cierto que la credibilidad no es un valor que hoy pueda presumir el boxeo, el pleito del sábado por la noche no resta en estos términos.
Fue una pelea pareja, tan lo fue que ni siquiera los especialistas se ponen de acuerdo, y al tratarse de un deporte de apreciación, cada quien ve lo que quiere o lo que puede, y es ahí donde se abre paso a las distintas polémicas; las que contienen alto contenido argumentativo pero también a la barata, a la que le falta sustento, pero le sobra el insulto, por ejemplo:
1.- Los que tienen que ver con el sentimiento patriotero que provoca insultar y señalar a quien no esté de acuerdo en defender al deportista, teniendo como principal argumento los colores de la bandera. Quienes vimos ganar a kazajo, de malinchistas no nos bajaron.
2.- El otro se produce en la esquina contraria: los que vieron ganar al Canelo les dicen "porristas".
3.- Los que no identifican ganador y creen que el empate es lo más justo, entonces no saben nada de boxeo.
4.- Los que tomando como referencia el rostro de los peleadores establecieron sin chistar quién había sido mejor: "ve la jeta de los dos weyes y en chinga te das cuenta que ganó el Canelo".
5.- El peor de todos, el que con sobrada ligereza establece que en Las Vegas se ha producido un robo, un atraco, un golpe bajo a la credibilidad.
El tercer pleito está asegurado, la polémica victoria deja el escenario perfecto para un nuevo enfrentamiento entre estos dos grandes boxeadores, sí, DOS grandes boxeadores, porque en esto de los despropósitos están incluidos quienes a pesar de todo siguen viendo en la publicidad y la mercadotecnia los mejores golpes de Saúl Álvarez.
Canelo tiene lo que el boxeo necesita como deporte e industria: es un deportista de élite con gran imán de taquilla: pelea, vende y genera suficiente conversación, el combo perfecto.
Démosle el lugar que merece, el que se ha ganado enfrentando a todos y perdiendo únicamente con el que perdieron todos: Floyd Mayweather Jr., que siguiéndole con los despropósitos, anunció que saldrá nuevamente del retiro para pelear con Manny Pacquiao.
¡Ah! y para los que en efecto creen que Canelo es todo lo que al inicio se menciona, les digo que México necesita más bultos, fraudes y mentiras como esos... muchísimos más.