He Dicho

Del 'boicot' y el cambio generacional

No es la primera ni la última vez que suceden estos roces, sólo cambian los nombres con las generaciones, escribe Miguel Gurwitz.

Menudo segundo semestre de la Selección Mexicana de Futbol: un Mundial mediocre, la terminación de contrato de Juan Carlos Osorio, indefinición con el nuevo entrenador y el supuesto enfrentamiento con los lideres del equipo.

En relación con este último punto, iniciar diciendo que nadie está por encima de los intereses institucionales podría sonar a lugar común, pero no lo es. Ningún jugador o grupo puede condicionar el manejo de un equipo, pero siempre será necesaria la voz de quienes tienen la jerarquía y representan los intereses del grupo. No es la primera ni la última vez que suceden estos roces, sólo cambian los nombres con las generaciones. Hoy son Guardado, Hernández o Layún, mañana serán los Lozano y ayer eran los Márquez, Pardo o Blanco.

Y claro que es de llamar la atención la ausencia de jugadores importantes en el equipo mexicano, pero en este ancho mundo de las interpretaciones, chismes, rumores y falsedades, es fácil establecer un 'boicot' como escenario principal, pero si en lugar de aventurarnos establecemos la lógica de por medio, esa que nos indica que de los cuatro jugadores mencionados, uno tiene un mes de inactividad por enfermedad, el otro estará fuera al menos 30 días por lesión, otro no es regular y el que sobra dijo que no tiene conocimiento de algún problema con la Federación.

Ahora bien, asistir a la Selección no debe ser valorado como un acto obligatorio sino como un privilegio, como una oportunidad para trascender y posicionarse mejor como futbolista, pero la Selección como institución debe entenderlo igual, contar con los jugadores más capaces implica trabajar mejor y buscar mejores condiciones que incluyen el proyecto a mediano y largo plazo, es decir, el beneficio y el privilegio debe ser de ida y vuelta, porque si bien es cierto que nadie esta por encima de la institución, cierto también es que las instituciones se construyen gracias al talento y el esfuerzo de sus trabajadores.

La necesidad es mutua: la Selección Mexicana ocupa el talento y la capacidad de los que hoy no están para intentar trascender en el corto y mediano plazo, así como los jugadores necesitan la camiseta nacional para intentar formar parte de una generación que logre sacar del estancamiento en el que se encuentra el equipo, y quien crea que la Selección puede ser mejor sin los que están ausentes, están completamente equivocados, así como equivocados también quienes crean que sólo deben ser llamados aquellos jugadores que por edad tengan la posibilidad llegar al siguiente Mundial. Se trata de un proceso, de hacer menos brusco el cambio generacional y aprovechar en el camino el talento de los que están disponibles. Se trata de unir juventud y experiencia para poder generar el cambio que el futbol mexicano lleva buscando hace muchos años.

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