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Sobre nuestro cuerpo

El punto clave del machismo es mantener la casi total propiedad sobre el cuerpo de la mujer, reflexiona Patricia Martin.

No se me borran de la mente dos imágenes: la infame imagen del lunes 22 de enero en la Casa Blanca, donde el recién electo presidente Trump firmaba, rodeado de hombres, un memorándum antiaborto. Y la del bello e incisivo video que recientemente presentó la artista polaca Joanna Piotrowska (Varsovia, 1985) en nuestro país en la galería Arredondo Arozarena, como parte del evento CONDO, que propone una colaboración artística entre varias galerías del mundo entero.

Untitled (2016) es una videoinstalación de 16 milímetros proyectada sobre la pared, donde tres bellas jóvenes mujeres, casi adolescentes, con un vestido corto frente a un fondo oscuro señalan lentamente, de forma casi pedagógica, diferentes partes de su cuerpo. Al comienzo y sin una explicación explícita, el espectador no sabe si se encuentra frente a una acción performática –la repetición de una pieza de danza contemporánea– o algún mensaje que nos tratan de comunicar las protagonistas a través de un lenguaje de signos desconocido por nosotros. Algo en la belleza, el candor y la serenidad de estas jóvenes vuelve inquietante esta pieza, como si fuera una señalización de las partes disponibles de su cuerpo. La hoja de sala nos explica que esta sutil coreografía en realidad señala un diagrama extraído de manuales de autodefensa, con puntos vulnerables del cuerpo humano. La fuerza de este video radica en que muestra, de una manera ambigua, la violencia institucionalizada sobre el cuerpo de la mujer, delatando que el agresor no es tanto una persona de carne y hueso, como un sistema machista y violento que no sólo lo tolera, sino que de formas disimuladas lo exhorta. Es evidente que el punto clave del machismo es mantener la casi total propiedad sobre el cuerpo de la mujer. Debemos de gustarle a los hombres, servirles, complacerlos, no competir con ellos, y el mapa de defensa que plantea Piotrowska en su video delata la violencia económica, representativa, sexual y reproductiva que se ejerce sobre la mujer, y la vigencia de ésta.

La semana pasada hubo un referéndum sobre la legalización del aborto en Irlanda, y el 'SÍ' ganó con un aplastante 66.4 por ciento de los votos, lo que permite ahora la terminación del embarazo en todas las circunstancias durante las primeras 12 semanas y, en casos excepcionales, hasta las 24. Este es un resultado histórico en un país que es un bastión del catolicismo, y que después de legalizar el matrimonio igualitario en 2015, seguía considerando el aborto como el último tema 'tabú', revelando, increíblemente, que el derecho a la soberanía sobre su cuerpo sigue siendo uno de los grandes retos de las mujeres del siglo XXI. Que esto marque el principio del derecho a la mujer a decidir sobre su cuerpo de manera mundial y global.

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