Plaza Viva

Una alianza contra el ‘huachicol’

Para detener a las cabezas financieras, técnicas y logísticas del robo de combustible será necesario contar con un equipo de investigadores que podrán detectar el complejo lavado de dinero de las organizaciones criminales.

El 27 de diciembre, en medio de los días de fiesta en los que no suele haber gran actividad gubernamental, el presidente decidió lanzar una inesperada y ambiciosa cruzada contra el robo de gasolina, el delito conocido popularmente como 'huachicoleo'. El llamado Plan Conjunto de Atención a las Instalaciones Estratégicas de Pemex, sorprendió con operativos, principalmente en los gasoductos, por parte de los elementos de la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR), el Ejército y la nueva administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Nos fuimos enterando de algunos datos que son sumamente relevantes: El robo de gasolina es un negocio ilícito del orden de los 60 mil millones de pesos, el cual era conocido plenamente desde el sexenio de Vicente Fox. También, el presidente señaló que existe la sospecha de una estructura criminal dentro de la empresa paraestatal más importante del país, desde la cual se operaba con una enorme capacidad logística y humana. Finalmente, señaló que dicha complicidad iba desde la Torre de Pemex, su sindicato y sus refinerías hasta los gasoductos. Esta precisa cadena criminal permitió fraguar 'el robo del siglo'.

Precisamente por haber sucedido en periodo vacacional, buena parte de esta cruzada no fue percibida por buena parte de la población, hasta que tuvo que ponerle gasolina a su auto. Pues, debido al cierre de gasoductos en la refinería de Salamanca, por sospechas de hurto y malos manejos, el combustible tuvo que ser transportado por pipas, afectando con un parcial desbasto en buena parte del occidente y centro del país, principalmente a los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas.

La gasolina escaseó y los llamados a calma no hicieron efecto. Las filas para conseguir algunos litros de combustible duraban horas y en algunas ciudades hubo conatos de caos debido a las compras de pánico. El presidente salió a decir en Tijuana que no cederá ante los criminales: "Están ahí presionando, pensando que nos van a vencer. Que no quieran jugar a las vencidas, porque va a triunfar la ley y va a triunfar la justicia."

Tomando esta última declaración podríamos llegar a pensar que, en aras de que triunfe la justicia y la ley, el presidente de este país necesita de una nueva alianza quizás no tan analizada: una Fiscalía autónoma, técnicamente capaz, fuera de los manejos políticos y con un compromiso inquebrantable con el país.

Para detener a las cabezas financieras, técnicas y logísticas del robo de combustible será necesario contar con un equipo técnico de investigadores que, a través de capacidad, pericia y entrega, podrán detectar los complejos lavados de dinero de las organizaciones criminales.

Para no tener miedo de tocar entramados políticos, empresariales o de crimen organizado, se necesita que la Fiscalía cuente con personas honestas, leales a nuestro país, libres de cualquier nexo o simpatía electoral y dotados de la autonomía total para perseguir a los criminales de cuello blanco de mayor rango en el país.

Estamos frente a un momento decisivo para atacar a una fuerza que se ha adueñado por varios sexenios del patrimonio nacional. Por el momento sólo tres personas están siendo investigadas por delitos relacionados con la extracción ilegal del hidrocarburo. Por lo que se vuelve inminente la necesidad de más investigaciones abiertas dotadas de la profundidad y claridad necesaria para lograr que estas redes criminales sean desarticuladas y los responsables pisen la prisión.

Como podemos notar, la exigencia de construir una Fiscalía que se fortalece por su independencia, méritos profesionales y su probidad, no sólo obedece a una lucha de la sociedad civil, sino que, en este caso, podría ser una gran herramienta para que AMLO pueda lograr su agenda contra la corrupción, el huachicoleo así como el desfalco de la nación. De no contar con una cabeza de justicia independiente estaremos encontrando una justicia a modo, muy lejana de lo que se necesita para doblegar una red que llega a perfiles impunes y enquistados en la política nacional. Esperemos que el próximo proceso de designación de la cabeza de la Fiscalía General de la República atienda las demandas del colectivo #FiscalíaQueSirva y de otras organizaciones que pugnan por que tengamos una institución a la altura de nuestro país.

COLUMNAS ANTERIORES

Reforma al Infonavit: retos y oportunidades
Una alianza por el cambio en Zapopan

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.