Apuntes Globales

Elecciones en California y el futuro de Trump

Rafael Fernandez de Castro escribe sobre las elecciones en California y señala que, como México, Trump los ha declarado non gratos, lo cual puede ayudar a la relación entre ambos.

San Diego, California. El pasado martes, 5 de junio, los californianos fueron a las urnas en la elección primaria para decidir quiénes serán los candidatos a la elección del próximo 6 de noviembre que será determinante en el futuro de Donald Trump.

California es el estado más poblado de la unión, con 40 millones de habitantes y ya es la quinta economía del mundo, pues justo el mes pasado rebasó al PIB del Reino Unido. Aquí Trump fue apabullado en la elección presidencial—32% contra 62% de Hillary.

Con mucho es el territorio más importante para darle la mayoría a los demócratas en el Congreso. En un tuit el martes de la primaria, Trump tachó al estado de "enormes impuestos, enorme crimen…", por lo que instó a votar por "todos los grandes candidatos republicanos al Congreso".

Las complejas reglas electorales del estado hacen que los dos candidatos ganadores, así sean del mismo partido, serán quienes aparezcan en la boleta electoral. Son numerosos los puestos en contienda: gobernador, procurador general, un escaño del Senado, los 53 escaños de la Cámara Baja y varios en locales. Los demócratas están intentando desbancar a siete diputados federales en distritos donde Hillary ganó, los cuales representan una tercera parte del total de 23 escaños que tendrían que ganar para lograr la mayoría en la Cámara Baja.

El gobernador demócrata Jerry Brown (1975-83, 2011-2019) terminará su periodo pues ya no puede relegirse. Sus zapatos serán difíciles de llenar, pues ha sido un gran aliado de México y un rudo adversario de Trump. Ha declarado en varias ocasiones al estado como santuario de migrantes y es visto como un campeón en la lucha contra el cambio climático.

El martes fueron seleccionados dos candidatos para suceder a Brown: el vicegobernador y exalcalde de San Francisco, el demócrata Gavin Newsom, quien obtuvo el primer lugar y el empresario republicano John Cox, a quien Trump apoyó cándidamente. Ambos representan las antípodas ideológicas del Estado, el demócrata ampliamente liberal y progresista y el republicano todo un trumpeano.

Se espera que Newsom llegue fácilmente a la casa de gobierno de Sacramento, pues el estado está claramente alineado con los demócratas. Al aceptar su triunfo el martes por la noche, señaló que "los electores tendrán una verdadera elección este noviembre—entre un gobernador que enfrentará a Donald Trump y otro quien será su soldado en la guerra que California libra con Trump".

Las mujeres y las minorías raciales tuvieron un buen desempeño el martes pasado, no sólo en California, sino a lo largo de Estados Unidos. En California, seis latinos estuvieron en la contienda y cinco lograron un lugar en la boleta para la elección de noviembre. El que fracasó era el más importante, Antonio Villaraigosa, exalcalde de Los Ángeles (2005-2013), quien intentaba un lugar en la boleta para gobernador. Quien sí lo logró fue Kevin de León, disputándole el escaño senatorial a Dianne Feinstein, quien está en ese recinto desde 1992. David R. Ayón, analista de Latino Decisions, considera que de León le dará una fuerte pelea a Feinstein. También Xavier Berrera, hoy procurador general del Estado, se colocó en la boleta para reelegirse.

La concurrencia de electores latinos a las urnas mejoró en relación a la última elección de medio término de 2014, pero sigue siendo baja, me explica también Ayón. En California el 39% de la población es latina, pero sólo representan el 18% del electorado.

Newson quien seguramente gobernará en California lo expresó con vehemencia –seré un enemigo en la guerra contra Trump. De allí la importancia para que la diplomacia mexicana empiece a tener acercamientos con el candidato demócrata.

California y México tienen una circunstancia doble que favorece una mejor relación bilateral: Trump los ha declarado non gratos y ambos tendrán en pocos meses nuevos ejecutivos y legislativos.

Es indispensable jugar la descentralización en los procesos de toma de decisiones. La inercia sigue llevando al canciller Luis Videgaray casi todas las semanas a Washington. La acción está en Sacramento, Albany y Springfield capitales de estados que resisten a Trump como tiene que hacerlo México.

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