Otros Ángulos

La metástasis de una pesadilla

Después de más de un año en el cargo, no sólo la prensa sino numerosos sectores se preguntan hasta dónde puede llegar un hombre, Trump, que sólo se guía por sus impulsos, racismo e ignorancia.

La gente se deja convencer por líderes dueños de la estulticia y la irresponsabilidad, se deja dominar por el placer de escuchar, por la insolencia y desproporción de las intenciones mal calculadas que inevitablemente llevan al caos, solía decir Pericles.

Con ello anticipó a decenas de tiranos y encumbrados autoritarios hasta llegar a uno que especialmente ha traído desgracia a los cuatro rincones del planeta. Se llama Trump.

Vayamos sólo a la última semana. El recorte de fondos impuesto a Palestina amenaza con provocar un colapso a la ya precaria economía de ese territorio, el inicio de los cursos escolares peligra y ya se ven afectados todos los programas de trabajo comunitario, las clínicas de salud y los vales de comida. El estrangulamiento financiero junto con el bloqueo israelí durante más de un decenio, jalonada por tres guerras, corre el riesgo de extenderse a toda la región habitada por una depauperada población de exilados.

Pudiendo valerse de negociaciones diplomáticas, el presidente yanqui ha preferido ejercer la fuerza y ha acudido a fuertes presiones económicas, al punto que ello ha creado un fuerte oleaje económico que Trump ejerce sobre Ankara, en donde se encuentra detenido en arresto domiciliario el pastor norteamericano Andrew Brunson. Esto ha provocado el hundimiento de la lira turca, que ha perdido su valor en 40 por ciento frente al dólar y eso ha repercutido en Europa y en todo el mundo occidental. Incluso el coletazo ha llegado hasta nosotros.

Eso no es todo en una semana. En Fort Drum propuso un presupuesto de defensa (léase guerra) que alcanza una cifra sin precedente: 716 mil millones de dólares. Cantidad con la que sobraría, cierto sobraría, para dar de comer a todas las poblaciones de Asia, África, América, Oceanía e incluso Europa y Canadá. Es decir, literalmente al mundo. En otros términos, esa cifra podría abastecer a todos los laboratorios médicos durante los próximos 134 años y al mismo tiempo edificar dos mil 100 hospitales de tercer nivel. No sólo eso, al mismo tiempo podría abastecerse 14 mil conservatorios musicales en los cinco continentes. Sólo cifras. La realidad va por delante y esos 716 mil millones de dólares se destinarán a todo el instrumental necesario para llevar a cabo una guerra planetaria total, que es la pretensión del orgullo de Trump.

En sólo una semana, aún hay más. El presidente de Estados Unidos puso en la lista de afroamericanos denigrados a su exasistente Omarosa Manigault, escribiendo en Twitter: "Le das un respiro a una escoria loca, llorona, con un trabajo y no sirve. ¡Buen trabajo del general John Kelly por echar a esa perra!"

El mismo día, Trump retira la acreditación a John Brennan, exjefe de la CIA, y a otros ocho funcionarios más los amenazó por su conducta errática cuando le advirtieron que cometía errores de juicio al mal considerar los trabajos de inteligencia.

Y sigue la mata dando, su equipo llegó a impedir el acceso a la reportera de CNN, Kaitlan Collins, por realizar "preguntas inapropiadas al presidente", y el propio Trump comenzó a calificar a la prensa como enemiga del pueblo.

Esto último ha tenido una respuesta de cerca de 350 diarios y revistas en defensa de la libertad de expresión, lo que no había ocurrido jamás desde que existe ese país.

Los editoriales de esos centenares de diarios señalan que los análisis y críticas que realizan no le gustan a Trump y él las califica de noticias falsas, en consecuencia los considera como enemigos de la verdad y de la democracia. Todas esas publicaciones y canales de TV advierten del peligro que se cierne sobre ellos cuando señalan que eso tiene peligrosas consecuencias, ya que la libertad de prensa es esencial para el desarrollo del país.

Después de más de un año en el cargo, no sólo la prensa sino numerosos sectores se preguntan hasta dónde puede llegar un hombre que sólo se guía por sus impulsos, su inocultable racismo y una ignorancia que, impregnada por el patanismo, los puede llevar al desastre y con ello al mundo entero.

No es un escenario imaginario, es la estricta y necia realidad.

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