El Escritorio de Baco

Queridos millennials:

  

1

Esta sibarita columna generalmente comparte sus experiencias sobre la bebida más compleja que el hombre elabora: el vino. Sin embargo, y con la anuencia de los lectores que me honran desde hace más de 12 años en El Financiero, hoy EL ESCRITORIO DE BACO se dirige a la generación que tomó las zonas afectadas por el pasado y fatídico sismo.

Nunca imaginé volver a vivir un desastre de magnitudes catastróficas como el de 1985. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos de los que carecíamos hace 32 años, a escasas horas de la tragedia, los millennials hicieron presencia para ayudar en la desgracia.

El sismo de 2017 enterró el mito de la apatía de los millennials, dijo el politólogo Genaro Lozano. Una vez más los jóvenes a los que tanto se les ha criticado por abúlicos, irreverentes y con falta de convicciones, emergieron del desastre organizados y dispuestos a apoyar la tragedia sin condiciones.

Me llamó la atención un tuit que decía que un millennial podrá tener tirado su cuarto, pero con el terremoto demostró que podría reconstruir un país.

Gracias millennial por la lección que sigues dando en las calles. Por tu generosidad, amor por México, entusiasmo y ganas desbordadas por apoyar. Unas cuantas líneas resultan insuficientes para que el país entero les agradezca a tantos jóvenes que salieron sin esperar nada en contraparte. Superman sí existe y sigue en las calles.

Queridos millennials, hoy el brindis va por ustedes y sus familias. Están listos para llevar los destinos de este gran país. ¡Salud!


Twitter: @Rene_Renteria

http://renerenteria.com.mx

COLUMNAS ANTERIORES

Vino y religión
Una vez más: los enemigos del vino

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.