Rincon Del Experto

Mercados Emergentes: ¿Canarios en la mina?

La corrección de los mercados emergentes de este año han enmascarado los fundamentos más fuertes de estas economías en lugar de tratarse de una alerta sobre los peligros para los mercados globales.

Por Axel Christensen, director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock

Durante buena parte del 2018 los activos de mercados emergentes han experimentado una corrección inesperadamente persistente, a pesar de una sólida perspectiva de crecimiento global a corto plazo. No vemos las fragilidades específicas de cada país como una amenaza para los mercados globales, y vemos espacio para una recuperación de mercados emergentes, especialmente en acciones.

Las monedas emergentes han llevado la peor parte de la corrección reciente. La volatilidad en las monedas emergentes se ha disparado a los niveles más altos desde el 2013, cuando el entonces presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, señaló el comienzo del fin de nuevas compras de activos por parte de ese emisor. A pesar de estas devaluaciones, no ha habido un contagio visible a otras clases de activos globales; incluso recientemente la mayoría de monedas emergentes han mostrado algunos signos de estabilización. Este es un signo positivo para los activos emergentes en general, desde nuestro punto de vista.

Los problemas de los mercados emergentes en este año provienen de un potente cóctel de elementos negativos, que incluyen factores específicos a cada país; el empeoramiento de las tensiones comerciales; un nutrido calendario electoral y la consiguiente incertidumbre que generan, y condiciones financieras globales en el margen más estrictas. Las tasas de interés más altas en Estados Unidos están agregando estrés a los mercados emergentes al incrementar la competencia por el capital y llevar a los inversionistas a restablecer sus expectativas de rentabilidad para activos más riesgosos, especialmente los bonos y acciones de mercados emergentes.

Vemos la corrección de mercados emergentes de este año más como una serie de eventos idiosincráticos que han enmascarado los fundamentos más fuertes de estas economías en lugar de tratarse de "un canario en la mina de carbón" que esté alertando sobre peligros para los mercados globales. Las economías emergentes están resistiendo, y las recesiones en lugares problemáticos como Turquía y Argentina deberían tener un impacto limitado.

También podemos estar cerca de un punto máximo en los riesgos específicos de cada país. Con gran parte de los precios en nivel atractivo, luego de la corrección de este año, un sólido entorno de crecimiento y el potencial de que la Reserva Federal comience a ralentizar la liquidación de su balance el próximo año, vemos un margen para un repunte. Si bien hay riesgo, como la escalada de las fricciones comerciales, las fuertes salidas de flujos desde activos emergentes reaccionando a las caídas cartera y una Fed más agresiva en subir las tasas que impulse a mayores devaluaciones de monedas emergentes, buena parte de ellos ya están reflejados en precios.

Los activos emergentes en general parecen ofrecer una compensación atractiva por estos riesgos, especialmente en acciones. En renta fija emergente, preferimos la deuda en dólares que proporciona cierta protección contra las bajas de divisas y se ve relativamente barata frente a la deuda en moneda local.

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