Rincon Del Experto

OPINIÓN: ¿Es contagiosa la "influenza turca"?

Si bien los problemas de Turquía son de origen local, contagió al resto de los mercados emergentes; esto generó reacciones de preocupación, pero también oportunidades para los inversionistas.

Axel Christensen, director de Estrategia de Inversiones para AL e Iberia de BlackRock

Una parte importante de las causas de los problemas turcos son de origen local: alto déficit fiscal y de cuenta corriente, elevada inflación, bajas reservas, significativo porcentaje de su deuda en moneda extranjera, que se vieron amplificados por las recientes tensiones con Estados Unidos; que ha podido generar algún grado de contagio a otros mercados emergentes, principalmente a aquellos que presentan vulnerabilidades similares, como Argentina.

Estos episodios de contagio generan reacciones de preocupación, pero también oportunidades.

En un primer momento, la gran mayoría de los activos financieros en mercados emergentes suelen reaccionar negativamente ante los temores de contagio, lo que presenta oportunidades para inversionistas que saben distinguir entre aquellos países que presentan un mayor nivel de similitudes –y por lo tanto, más expuestos a salidas de flujos por parte de inversionistas- de otros que mantienen indicadores macroeconómicos saludables, donde una corrección pasajera puede ser un atractivo punto de entrada.

Turquía venía mostrando altos niveles de crecimiento del PIB en los últimos años, una cifra clave es su situación de doble déficit: 3.1 por ciento del PIB de mayores gastos que ingresos fiscales proyectados para el 2018 por parte del FMI, en el caso de la cuenta corriente, el déficit proyectado alcanza 5.5 por ciento del PIB. El abultado incremento de precios –casi 11 por ciento esperado para este año- también es un flanco débil, que ha llevado al banco central a mantener elevadas tasas de interés, incluso antes del reciente incremento para hacer frente a la caída de la lira turca. Esto expone las vulnerabilidades de la economía de Turquía y su necesidad de flujos externos para alimentar su crecimiento económico.

En Argentina, el déficit fiscal proyectado por el FMI para 2018 alcanza 5.5 por ciento del PIB, mientras que el déficit de cuenta corriente, 5.1 por ciento. La inflación en 12 meses a julio ya roza 30 por ciento. Sin embargo, Argentina no comparte con Turquía la escalada de tensiones con Estados Unidos y el alto riesgo de la región.

Corea del Sur, por otro lado, presenta un superávit de 5.5 por ciento del PIB estimado para el 2018 por el FMI, así como mayores entradas fiscales que gastos por el equivalente al 2.0 por ciento del PIB. La inflación se ha mantenido estable a niveles de 1.5 por ciento para un crecimiento moderado pero persistente en torno al 3.0 por ciento anual. Aunque no han visto correcciones tan significativas como las de Turquía y Argentina, los activos coreanos se han visto golpeados este año: el won se ha depreciado casi 6.0 por ciento en lo que va del año, mientras la bolsa coreana ha caído –en moneda local- casi 10.0 por ciento.

Si bien la escalada de guerra comercial ha tenido un impacto, episodios de supuesto contagio de la situación turca también ofrecen interesantes oportunidades para inversionistas considerando invertir en activos coreanos.

En este sentido, la "influenza turca" ciertamente puede ser contagiosa, muy seria para los que tienen síntomas similares, pero apenas unos estornudos para quienes se mantienen sanos.

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