Muchos no han decidido su voto. Señalan votarán contra AMLO. Lo harán por quien ocupe el segundo lugar en las encuestas. ¿Pero quién ocupa ese lugar? Hay un claro puntero y un gran porcentaje de indecisos, que varía según la casa encuestadora. Las encuestas no predicen, sólo son un corte determinado en un momento que refleja la opinión de una muestra, inferencia estadística de un universo amplio, que expresa lo que éste opina. Una ventaja de seis puntos puede remontarse porque es posible se registren desviaciones o errores por diversas razones. Las más comunes: el diseño de la muestra, su tamaño, el levantamiento de la encuesta y su procesamiento, el rechazo que origina reemplazo, y desde luego, la no respuesta que tiene diversos orígenes e interpretaciones.
El segundo lugar era evidente en el año 2000, Felipe Calderón fue la opción frente a AMLO. Roberto Madrazo quedó rezagado, no contaba con el apoyo de sus Gobernadores, y aunque impuso su postulación, la división interna lo afectó. Algo parecido a lo que hoy le sucede a Ricardo Anaya, quien tejió fino para lograr un frente electoral y la postulación, pero con saldos negativos. Frente a la derrota, varios Gobernadores panistas toman distancia, apoyan la otra alternativa, JA Meade o empiezan a planear la refundación del PAN, con Anaya fuera de la dirigencia, para reorganizar la oposición.
Hoy Anaya y Meade se disputan el segundo lugar y el voto útil. Muchos ciudadanos confundidos no aciertan a tomar una decisión. No hay claridad sobre quien puede vencer a AMLO, o si alguno podría lograrlo. López ya se da por ganador, su interés es lograr la mayoría en el Congreso de la Unión. Sin embrago, por aquello de que estructura pueda matar encuesta, mejor preparar al tigre, así vemos a la CNTE en plantón por supuestos temas sindicales, esperando instrucciones hacia el 1º de julio.
La frustración que muchos sienten ante la división del voto antipeje, que impide definir su sufragio con la certeza de apoyar una opción que pueda ganar, está presente en los cafés, bares, restaurantes, barrios, iglesias, comunidades, pues aunque se estima son mayoría quienes rechazan un proyecto populista y nostálgico, por los graves riesgos que implica para la economía, la política y la sociedad, no se aprecia una alternativa que aglutine esa expresión. Y no hay segunda vuelta.
Por tanto la duda es cómo le doy utilidad a mi voto. Las tendencias señalan una caída de Ricardo Anaya, un crecimiento de JA Meade, sin una clara supremacía. Así las cosas, usted igual habrá de tomar una decisión que afectará nuestra vidas y definirá destino común. ¿Cómo dar utilidad al voto en esta coyuntura? Se repiten muchos a unos días del proceso.
Mi impresión es que Ricardo Anaya, cuestionado por los ataques que le merman credibilidad, tampoco logró un frente unido, ya no digamos en el propio PAN, tampoco entre los Gobernadores albiazules. Su pacto con el Frente por la Familia sin previo acuerdo, genera división entre los partidos del Frente, más liberales, que se sienten traicionados. El PRD se ha desfondado porque en búsqueda de posiciones y poder muchos emigraron a Morena, e incluso esta situación puede continuar cuando ya electos, senadores y diputados, decidan seguir esa ruta. MC consolida su ventaja en Jalisco, sin necesidad de aliados, pero estos votos no necesariamente van al candidato frentista. Al escalarse el conflicto con el PRI y el Presidente Peña, Anaya alejó el voto tricolor que podría sumarse a su proyecto. Aunque muchos piensan era ineludible dicho enfrentamiento, el resultado es que priístas no le otorgarían su voto.
JA Meade es sin duda el mejor calificado para una Presidencia exitosa que conduzca al país a nuevos estadios de desarrollo. Sin embargo, los excesos cometidos por los Gobernadores, la pésima percepción del gobierno de Peña, aunado a la violencia, merman sus posibilidades. Atrae voto panista de ciertos sectores, es decir, puede sumar más voto útil entre el PAN, que Anaya en el PRI. Entre la izquierda moderada cuenta también con simpatías. Mantiene aprobación entre sectores empresariales, tiene el apoyo de varios Gobernadores, y pese a desgaste, el PRI sigue siendo una fuerza organizada, más que Morena o que en el Frente.
La pelea se centra hoy en el Congreso, espacio de contención al Ejecutivo. Poniendo en la balanza éstas y otras consideraciones, al final, pierda o gane, votar por la mejor opción es el criterio frente a la boleta. Es quizá, el único voto útil que se puede emitir. Racionalmente para mi esa opción es Meade. Usted decide.