La Feria

Lecciones desde la izquierda latinoamericana

Salvador Camarena dice que, si como Lula, AMLO no logra hacer del combate a la corrupción una marca, podría terminar siendo repudiado por no haber hecho en ese campo una diferencia.

La revista Nexos de diciembre lleva el sugerente título "Qué (no) hacer: lecciones de los gobiernos latinoamericanos de izquierda". A propósito de ello, la semana pasada esa publicación y las fundaciones Ebert y Open Society convocaron a una reunión en la que varios de los autores de los textos que circularán a partir de este sábado, reflexionaron sobre los claroscuros de esas lecciones. Jorge Castañeda publicó el viernes un sucinto resumen de ese cónclave.

De entre las distintas e interesantes participaciones, destacaría la del brasileño Tarso Genro, que se enlazó por videoconferencia.

La experiencia narrada por Genro podría ser relevante para entender el peligro que acecha a un gobierno en caso de que no convenza a la población de que están librando un combate efectivo contra la corrupción.

Genro, exministro en el gobierno de Luiz Inácio da Silva y militante del PT, destacó y dio números para argumentar que ni el gobierno de Lula ni el de Dilma Rousseff fueron los más corruptos, pero que –resumo apretadamente– cuando llegó la crisis económica, el haber tenido militantes que aceptaron dinero ilegal y que se ligaron a empresarios corruptos, fue un punto que la derecha y los medios utilizaron para arrinconarlos.

De hecho, en la revista, el texto de Genro dice al respecto: "Sumergido en el dogmatismo del sistema de poder tradicional, nuestro partido fue incapaz de evaluar la dimensión corrosiva del tema de la corrupción, lo cual lo incapacitó para concebir una estrategia de movilización social y de disputa de valores. Lo que estaba en debate ya al principio del gobierno de Dilma no era quién hizo 'más' o 'menos' por los pobres, o quién creó 'más' o 'menos' empleos. Esa respuesta ya estaba clara en la vida cotidiana del pueblo, que había absorbido sus conquistas y transitaba hacia otras pautas ampliamente remachadas/amartilladas por el oligopolio de los medios desde la crisis del 'Mensalao': se trataba de saber quién era corrupto y había corrompido al Estado, y quién sería el moralizador de una nación que, aunque sólo existiera en el imaginario de la población, había sido permanentemente maculada por un Estado indiferente".

Esto lo machacó Genro en la videoconferencia: que cuando quisieron demostrar que ellos no habían ni inventado la corrupción ni eran los más corruptos, la gente les contestaba: pero ustedes no la desmovilizaron.

Y, como explica en su texto de Nexos, la desventaja en ese debate se dio cuando la crisis del gobierno del PT y sus aliados ya había estallado: "Esas alianzas, que habían proporcionado la capacidad de gobernar con estabilidad, dejaron al gobierno como rehén de su eficacia inmediata y fueron incapaces de estimular la sustentación fuera del Parlamento en un frente nuevo, que no considerara la gobernabilidad sólo a partir de los humores del mercado financiero y de las opiniones de los 'especialistas' de los medios, sino también a partir de las preocupaciones más generales del pueblo. Este último ya procesaba su desencanto con un gobierno que, a su entender, no daba respuestas satisfactorias al tema del momento: la corrupción y sus tentáculos en todos los niveles de poder; si bien la corrupción era histórica y reiterada, 'tendría que haber sido derrotada por el PT', pensaban los ciudadanos comunes".

Así, explicó el brasileño, la derecha ganó a las clases medias en ese debate, que reclamaron al gobierno del PT no haber modificado la estructura corrupta del Estado.

En México, Andrés Manuel López Obrador ha prometido combatir la desigualdad, dar apoyos a los más pobres o desvalidos, generar proyectos de inversión para zonas deprimidas… Como Lula, podría sacar de la pobreza a millones. ¿Pero, como Lula, si no logra hacer del combate a la corrupción una marca, podría terminar, crisis mediante, siendo repudiado por no haber hecho en ese campo también una diferencia?

Algunas pistas y lecciones, a partir de este sábado en Nexos.

COLUMNAS ANTERIORES

No sólo de maximato viven los presidentes
La (hasta ahora) principal victoria de Claudia

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.