En México, el presidente Enrique Peña Nieto celebra que nuestro país organizará conjuntamente un Mundial de Futbol con Canadá y Estados Unidos, al tiempo que el gobierno de esta última nación extrema medidas migratorias que humillan y violentan a connacionales mexicanos, no pocos de ellos menores de edad.
Como se sabe, el presidente estadounidense Donald Trump ha logrado poner en la picota el Tratado de Libre Comercio y ha anunciado la imposición de aranceles al acero y al aluminio mexicanos. El tercer frente de guerra, el más lacerante en términos humanos y cuyo drama es creciente, no ha tenido por parte de la administración Peña Nieto una respuesta tan pronta y específica como la que se preparó para el caso de los aranceles.
El parte de esta otra guerra de Trump contra los migrantes ha ocupado buen espacio en la prensa estadounidense en las últimas semanas, periodo en el que se han dado a conocer redadas en diversos estados de aquel país.
Al arrancar junio se reportó que unos 200 agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) llevaron a cabo una de las mayores redadas de los últimos años. Ésta ocurrió en dos empresas de Ohio de donde se llevaron a 114 trabajadores indocumentados. Fue un operativo en el que los agentes usaron helicópteros y perros impidiendo el acceso y salida de todos los empleados. (https://bit.ly/2HpYjFM).
El caso no sólo es grave por el volumen de detenidos. Como reportó The Washington Post, activistas locales de Ohio denunciaron que decenas de menores, hijos de los trabajadores detenidos, se quedaron varados en las guarderías. "Esto tiene que parar", denunciaba en Twitter Verónica Isabel Dalhberg, activista del grupo latino Hola Ohio. (https://wapo.st/2Je7DlP)
El drama de los menores se ha extendido a todo Estados Unidos luego de que a fines del mes pasado un reporte del Departamento de Salud y Servicios Humanos admitió haber "perdido el rastro" de mil 475 menores de edad migrantes que entraron al país en 2017. Al conocerse esos hechos la indignación surgió en la Unión Americana con expresiones en las redes bajo el hashtag #WhereAreTheChildren (https://bit.ly/2H2A0O2). Todo esto es producto de lo anunciado el 7 de mayo, cuando Jeff Sessions, fiscal general de Estados Unidos, advirtió que separarán a los niños de sus padres cuando crucen de manera ilegal la frontera, como parte de una nueva política de cero tolerancia, aprobada por el gobierno de Trump (https://bit.ly/2sA9cQQ). La redada de Ohio fue precedida de otros operativos contra inmigrantes. En Chicago, el 29 de mayo detuvieron a 156 (125 de ellos mexicanos). Las redadas no fueron en centros de trabajo sino en barrios hispanos (https://bit.ly/2JBLQEk). En las últimas horas la prensa estadounidense ha tenido acceso a instalaciones donde mantienen a niños y jóvenes detenidos por cruzar solos la frontera o que fueron separados de sus padres. Es el caso de un local en Brownsville, Texas, que antes fue un Wal Mart y hoy es denominado Casa Padre, administrada por Southwest Key Programs, donde hay alrededor de mil 500 niños y jóvenes en condiciones que sólo pueden ser consideradas como carcelarias. Ese local ha recibido, según un reporte de The New York Times, 13 citatorios por deficiencias en la atención brindada. Y ayer mismo la cadena NBC anunció que en Tornillo, Texas, muy cerca de El Paso, se establecerá un nuevo campamento para meter ahí hasta 450 camas para estos "detenidos". https://www.nbcnews.com/politics/immigration/trump-admin-will-house-migrant-kids-tents-tornillo-texas-n883281
Niños y jóvenes centroamericanos y mexicanos encarcelados, pero nuestro gobierno celebra el tercer Mundial de Futbol que hará México, de la mano de Estados Unidos. Y es que hay de prioridades a prioridades.