¿Se acuerdan? Eran unos anuncios de hace un par de décadas. "Pemex en tu cocina", decía uno de los spots. Petróleos Mexicanos estaba en todos lados, y eso nos hacían saber. Para que nunca olvidáramos la omnipresencia de la entonces empresa emblemática de México.
Hoy Pemex está donde estamos todos los mexicanos, pero de una triste manera. Está en el terreno de la frustración ante la impunidad.
Esta semana, el director de la compañía que el mes pasado festejó los ochenta años de la nacionalización del petróleo, confesó su frustración ante esa fuga sin fin que es el robo de combustible a Pemex.
Las pérdidas anuales por ese delito, informó el martes Carlos Treviño en rueda de prensa en Los Pinos, ascienden a 30 mil millones de pesos al año.
En otros términos: cada año los huachicoleros se roban el equivalente a poco más que del presupuesto del Conacyt, o 2.3 veces el de la Secretaría de Cultura (esa que no paga a sus contratados) o unas tres cuartas partes de lo que se da a la UNAM.
No es necesario recordar cuántas veces oímos en este sexenio y otros anteriores a diversas autoridades aseverar que ya se habían tomado las medidas necesarias para acabar con el robo en los ductos.
"Pemex es víctima de este flagelo", dijo Treviño en declaraciones reportadas por la prensa. El directivo agregó que en "2017 se detuvieron a mil 600 personas realizando robos in fraganti; se han recuperado 14 millones de litros robados y resguardado seis mil 600 vehículos". (EL FINANCIERO 10/04/18).
Luego de informar tan calamitoso balance, Treviño dio varias entrevistas. Pepe Cárdenas le preguntó en Radio Fórmula sobre el aumento de 77 por ciento de tomas clandestinas ocurrido sólo entre 2016 y 2017. Fue ahí cuando Treviño mostró su desencanto con la impunidad. Ellos los detienen, y luego salen, sin castigo.
"Lo único que podemos hacer es hacer la denuncia, otorgar las pruebas (…) porque no hay consecuencias, si estos más de dos mil individuos estuvieran purgando una condena en la cárcel, pues la verdad es que yo creo que la gente lo pensaría más, pero si hay dos mil individuos de los que desgraciadamente nomás unos 50 o 70 han entrado en la cárcel, pues las consecuencias son pues no muy negativas; déjame decirlo así, son gente que reincide. Esto tiene que ver mucho con la falta de consecuencias negativas ante los delincuentes que atrapamos in fraganti", contestó el director de Pemex.
Pemex paga impuestos y el gobierno le queda a deber en seguridad. Como a cualquiera. Lo raro es que en esas mismas entrevistas Treviño luego dejó entrever que el mayor petrolero del país desconfía de la reforma energética. O, para decirlo concretamente, de la apertura del mercado de las gasolinas.
Treviño dijo a Cárdenas que él responde por las gasolineras de Pemex. Pero que no lo hace por las recién llegadas. Así explicó su reserva: "las estaciones que no son marca Pemex no tienen ningún control volumétrico. Esas a mí me preocupan mucho". https://josecardenas.com/2018/04/reconoce-pemex-perdidas-de-30-mil-millones-de-pesos-por-huachicol/
¿Es BP huachicolero? ¿Repsol huachicolero también? ¿Oxxo Gas también? El director de Pemex es víctima, pero también es sospechosista, de que la apertura energética abriría la puerta a que los recién llegados vendan combustible robado. Hasta marzo, esos recién llegados ya representaban uno de cada cinco de las estaciones existentes. ¿Por todas esas esas no responde Pemex?