Olga Valenzuela no necesita quién la defienda. Primero, porque la defiende su trabajo: es una profesional. Segundo, porque no hace otra cosa que no sea ejercer sus derechos. Su derecho a desempeñar el trabajo que ha elegido, y el de trabajar con quien cree que es su mejor opción, laboral, supongo, pero también, por qué no, política.
Olga trabaja en el equipo de José Antonio Meade. Y, cabe decir, es de tiempo atrás que colabora en equipos del hoy candidato del PRI a la presidencia.
Olga desempeña labores de vocería y cada vez que he realizado una consulta a su oficina –en tiempos de la cancillería de Meade o en los de éste en Hacienda– lo único que he obtenido ha sido trato profesional, cortés y esmerado. Ante alguna petición, con Olga un sí era un sí, un no era eso, y un no sé era un averiguo y me reporto, cosa que sin falta ocurría.
Créanme, no hay nada peor que un vocero que miente o que es poco asertivo.
Se ha venido cometiendo una injusticia con Olga: publicar información sesgada. The New York Times, en un reportaje de diciembre pasado sobre gasto gubernamental en publicidad, y este lunes Buzzfeed México, han destacado el dato de que Olga Valenzuela y David Aponte, hoy director de El Universal, son pareja.
No sé cuántos años llevan Olga y David de pareja, ni me incumbe. Pero en el medio periodístico cualquiera sabe que no son una pareja recién formada. Por tanto, la nota publicada este lunes por Buzzfeed me parece, por decir lo menos, incompleta. Hasta el título ("La esposa del director de El Universal es parte del equipo de José Antonio Meade") es poco noticioso. Ella es parte de ese equipo, al menos, desde inicio del sexenio y Aponte no llegó a la dirección de ese diario la semana pasada.
No dejo de advertir cierto machismo. ¿El vínculo Aponte-Valenzuela es relevante porque significaría que Olga podría influir en su pareja para que El Universal apoye (o no critique) a Meade? ¿Olga no se ganó el espacio en la campaña de Meade, sino que la pusieron ahí por su pareja? ¿Ella debería poner pausa en su carrera para que nosotros no pensemos mal de lo que hace él? Machismo y, claro está, simplismo.
Si una gran biografía crítica hace falta en el periodismo mexicano es la de Juan Francisco Ealy Ortiz, con casi medio siglo al frente de El Universal. Parte de la historia reciente de la prensa mexicana y sus relaciones con el poder pasan por 'el licenciado', como le llaman en su periódico, en el cual por cierto he colaborado.
Esa biografía, regreso al punto, ayudaría a algunos a entender mejor cómo son las cosas en El Universal, y cuán marginal ahí podría resultar el vínculo David-Olga. Eso puede que no lo sepa el respetado corresponsal del Times, pero de sobra lo sabe mi estimado Rafa Cabrera, coautor de la nota de Buzzfeed México.
Los lectores tienen derecho a saber que una vocera es también esposa de un directivo en un diario, máxime si es uno muy importante. Sin duda. Pero debe ser agregado el debido contexto a esa información. De la carrera de ambos, para empezar. Y sólo entonces los lectores tendrían al alcance los elementos indispensables para hacerse de un juicio por sí mismos sobre un eventual conflicto de interés.
Cierro con una nota personal. Para quienes lo desconozcan, tengo la fortuna de que comparta sus días conmigo alguien que apoya a AMLO desde 2000, y en estos días a Claudia Sheinbaum.