La Feria

Un gobernador, ¿cuántos delegados?

Salvador Camarena escribe que parece que Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco, decidió creerse, en medio del cambio de régimen, el papel de gobernador que le encargaron los ciudadanos.

Desde Jalisco ha llegado una de las primeras respuestas al avasallamiento que se ha propuesto el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Rodeado de representantes de 109 ayuntamientos (de un total de 125), de autoridades de las universidades de Guadalajara, la Univa, el Iteso y la Panamericana; de ONG como Jalisco Cómo Vamos, y de empresarios, el gobernador electo de ese estado, Enrique Alfaro, pronunció un discurso que debe ser registrado para marcar el momento en que alguien dijo al próximo gobierno federal que hay un estado que no está dispuesto a acatar, sin más, las condiciones que se les impongan a las entidades federativas.

Destaco algunas de las frases pronunciadas por Alfaro desde la rotonda dedicada a la memoria de personas ilustres de Jalisco. Vale la pena asentar el discurso para luego medir las acciones que en congruencia habrán de ejecutar Alfaro y su gobierno, así como para calibrar la respuesta del Ejecutivo federal entrante.

"Levantamos la voz para decirle con respeto, señor Presidente, que no estamos dispuestos a permanecer callados ante los intentos por vulnerar el pacto federal y el orden constitucional. Por congruencia histórica no podemos permitir que la imposición por medio del mayoriteo legislativo atente contra la autonomía y dignidad de Jalisco como estado libre y soberano.

"Es inadmisible que los intereses de Jalisco y de sus habitantes sean ignorados en la discusión de un Presupuesto que debe ser entendido como instrumento nacional del desarrollo y no solamente como orientador del gasto federal.

"Lo que estamos exigiendo es que la Federación asuma su corresponsabilidad en la solución de problemas urgentes como el abasto de agua, los retos de movilidad, de acceso a la salud y a educación de calidad, de sustentabilidad ambiental, de construcción de infraestructura para que Jalisco mantenga su liderazgo como una economía pujante.

"En segundo lugar, queremos expresarle nuestra profunda preocupación por la marcada tendencia a aprobar disposiciones legales que lastiman los principios básicos del pacto federal. Simplemente no podemos permitir que en el nuevo modelo de organización del gobierno federal, sea planteada la creación de figuras paralelas a las autoridades constitucionales del estado de Jalisco, autoridades legítimamente electas.

"Sorprende todavía más, por ejemplo, que en la reunión con la Conago del día 27 de agosto, usted nos aseguró a todos los gobernadores ahí presentes, que la figura hasta hoy conocida como superdelegados no asumirían función alguna en materia de seguridad pública, mientras el Plan Nacional de Seguridad recién presentado y las acciones del Congreso van en sentido completamente inverso.

"Las autoridades estatal y municipales electas no somos 'invitados' a la mesa de seguridad; somos los responsables de la seguridad en nuestro estado, por mandato constitucional. El gobierno de la República puede plantear un nuevo modelo en materia de seguridad, sí. Pero ni el gobierno de la República, ni la Cámara de Diputados pueden pisotear la Constitución Política del estado de Jalisco. Así́ de claro.

"En tercer lugar, queremos que sepa que nosotros no estamos de acuerdo con su política de perdón y olvido a los corruptos de este país. Este es un estado donde los ciudadanos tienen sed de justicia, donde sabemos el costo que tiene la impunidad (…) En Jalisco vamos a castigar a los corruptos con o sin el aval del gobierno federal. En Jalisco los corruptos irán a la cárcel, no de vacaciones.

"Este pronunciamiento no es un acto de rebeldía o insurrección. Es un acto de congruencia y de responsabilidad al que esperamos se sumen muchos más estados del país. Si no somos capaces de levantar la voz hoy, el riesgo de que las voces de las regiones, estados y municipios de este país sean borradas para siempre, es enorme.

"Queremos ayudarlo a gobernar bien, a recuperar la confianza de la gente en sus gobernantes, a romper con un sistema político podrido de raíz. Pero eso no significa agachar la cabeza ni dejar de levantar la voz cuando se le esté faltando al respeto al pueblo de Jalisco".

Parece que alguien ha decidido creerse, en medio del cambio de régimen, el papel de gobernador que le encargaron los ciudadanos. ¿Cuántos de sus compañeros, titulares de ejecutivos a nivel estatal, se conformarán con ser, en los hechos, delegados de los superdelegados de Morena?

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