Salvador Nava Gomar

Linchamiento justiciero

Salvador Nava Gomar considera que no fue trampa la decisión del Tribunal Electoral de regresar al 'Bronco' a la boleta presidencial.

Frente al escándalo que reclama fuego y venganza para el Tribunal Electoral, el de El Bronco y El Jaguar, recordé varios casos controvertidos en los que participé como juez constitucional en el Tribunal Electoral y los juicios paralelos (mediáticos) a los que, junto con mis compañeros, fui sujeto, como le ocurre a todo juez.

Lo álgido de nuestra situación política enardece más el tema y ciega el análisis. Me impresionó leer tantas críticas de una sentencia que aún no se había publicado, asumiendo hechos desde la especulación política y la actuación de algunos integrantes de la autoridad como activistas.

El juez habla con sus razones y, una vez que decide, pasa a otro asunto, mientras las partes siguen enfrascadas en el resultado del juicio que los afectó. Eso es común pero no justo del todo.

El tema es controvertido, me parece que tanto mayoría como minoría ofrecen dosis importantes de razón. Leí ambas sentencias para no sumarme a la opinión superficial de tanto indignado. Para mí, en el desarrollo de 'verificación final' de apoyos ciudadanos, así como en el dictamen emitido por el INE, se vulneraron los principios constitucionales de legalidad, certeza, objetividad, transparencia y máxima publicidad, así como los derechos humanos a la garantía de audiencia, al debido proceso y a la presunción de inocencia de El Bronco y de El Jaguar, todo ello en detrimento de su derecho a ser votado.

El INE violó sus propios lineamientos al avalar una revisión aleatoria de una muestra de apoyos ciudadanos no prevista y, con ese pretexto, procedió a la revisión manual de la totalidad de los apoyos ya procesados con la app. Creo que de manera ilegal, el INE reclasificó apoyos que originalmente fueron validados durante 127 días (incluso informó públicamente que tanto El Bronco como El Jaguar superaron el umbral mínimo). Sin embargo, a través de una conferencia de prensa advirtió de un número descomunal de apoyos inválidos y propició una imposibilidad material y jurídica de subsanar las supuestas inconsistencias.

El hecho de que diversos integrantes del Instituto divulgaran en medios de comunicación masiva y por medio de una conferencia de prensa información relacionada con la supuesta simulación de más de un millón de apoyos antes de que fuera legalmente definitivo, generó un juicio paralelo y un alto desprestigio a ambos aspirantes, lo que implicó que periodistas, analistas y un sector importante de la sociedad los catalogara como tramposos antes de poder defenderse.

De las diversas ocasiones en que los aspirantes acudieron al INE a verificar supuestas irregularidades, se dio un grave porcentaje de error de la aplicación, o de los funcionarios: Ferriz de Con, 9.46; Jaime Rodríguez, 12.31; Marychuy, 70.08; Margarita Zavala, 9.31 y Eduardo Santillán, 19.61, resultando un promedio de error superior a 11 por ciento. De tal suerte que quizás el tema no es si hicieron trampa o no, sino si la autoridad tiene algún sesgo. La prueba presuncional para inferir que El Bronco ya cuenta con los apoyos no me parece ningún regalo o algo indebido. Bajo estos números y con menos elementos, hubiera decidido lo mismo.

Tras el fuego enemigo, la guerra de declaraciones y después de enterarme del comunicado del INE en contra de lo declarado por El Jaguar, respecto a que no hay condiciones para ejercer con éxito su derecho de garantía de audiencia, no resistí ver el video que éste subió a sus redes sociales (¡no se lo pierda!, se presentó en el INE con notario para aclarar sus apoyos) en el que una funcionaria francamente majadera le dijo que se llevaría más de un año revisar firma por firma, y en la primera credencial que revisaron, lo que tardó más de 10 minutos, se evidenció que no concuerdan las bases de datos de la autoridad.

Para que Ríos Piter pudiera subir a la boleta, el INE tendría que revisar más de 60 credenciales por minuto durante 24 horas, y los muy importantes limitaron el horario de las 10 de la mañana a las nueve de la noche. No me crea, vea el video.

No coincido en que estemos frente a una trampa. No me parece correcto el escarnio contra autoridades y ciudadanos. Creo que las decisiones divididas en los órganos colegiados son normales en la deliberación democrática. Cualquier voto razonado es igualmente valioso y respetable. Falta mesura, respeto y reflexión a nuestra caliente democracia mediatizada. El linchamiento justiciero es propio de civilizaciones atrasadas.

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