Samuel Aguilar Solis

Democracia en picada

Samuel Aguilar escribe que en vez de perro guardián de la democracia, el Congreso se convertirá en perro faldero.

Asistimos a un momento histórico en el que la forma política de la democracia que creímos es la mejor de todas comienza un declive en todo el mundo occidental con más o menos intensidad y con orientación de izquierdas o derechas pero que al final el resultado visible es el mismo: una erosión democrática y en su lugar formas autócratas del ejército del poder que usando como en los años 30 las vías formales y legales que la propia democracia da se han introducido en el juego democrático y han llegado al poder.

Ahora se denomina a este fenómeno "populismo" sea de izquierda o de derecha pero se presentan como políticos antisistema y en ya no pocos países están ahora ejerciendo el poder. La coyuntura es propicia porque sin duda existe una decepción y hasta hartazgo de la clase política tradicional y la ausencia de resultados en términos de gestión gubernamental en temas como los de la seguridad, el crecimiento económico, el combate a la pobreza y en modo sobresaliente la corrupción y la impunidad ha permitido que actores políticos fuera del sistema o algunos otros ahora cambiando de careta se presentan antiestablishment; pero además ha quedado desnudado el modus operandi de un sistema de partidos que actúa como cártel y por ello también su crisis de representación.

Los casos más recientes de acceso al poder de estos políticos autócratas ha hecho volar por los aires el sistema de partidos que creíamos sólido y parte sustancial de la democracia, por ello mismo sus "movimientos" o el uso de partidos tradicionales para lograr sus fines han logrado imponerse en las candidaturas y lo que es más importante: logrado imponer su agenda personalísima y que los ciudadanos y los medios de comunicación se olviden de cuáles eran los programas de dichos partidos para estar sujetos a sus tuits o a la declaración del día para saber el rumbo del gobierno y por ende en casos hasta del país.

Es esta ahora la figura política que se comienza a imponer desde Turquía hasta los Estados Unidos de América o desde Rusia ahora casi seguro a Brasil y México ¿está fuera de esta dinámica? Algunas señales dice que no, además con el agregado de que el partido triunfador mantiene con sus aliados mayoría en el Congreso y puede existir una gran tentación para estar (el Congreso) sólo como defensa del próximo presidente y dejar a un lados su papel de contrapeso y si además con esa mayoría se puede imponer a los nuevos miembros del Poder Judicial entones el problema se complica a la vida de la de por sí endeble democracia mexicana.

Estos días acaba de publicarse en español un espléndido libro de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, profesores de la Universidad de Harvard Como Mueren las Democracias que vale la pena leer por supuesto pero además que nos recuerda cómo con pequeños detalles los autócratas del pasado y del presente comienzan a debilitar la democracia y como ésta está en declive en el mundo y creo debemos de estar no sólo alertas sino preventivos para su defensa.

Dicen estos autores que para que el sistema constitucional del país funcione tal como esperamos, debe darse un delicado equilibrio entre el Poder Ejecutivo el Congreso y el Poder Judicial. Por un lado el Congreso y los tribunales deben supervisar y en caso necesario, controlar el poder del presidente. Son, por así decirlo los perros guardianes de la democracia. Por el otro lado, el Congreso y los tribunales deben posibilitar el funcionamiento del gobierno. Y es en este punto donde entra en juego la contención. Para que una democracia presidencial sea operativa, las instituciones que tienen la fuerza suficiente para controlar al presidente deben hacer un uso habitual contenido de dicha fuerza; en vez de "perro guardián de la democracia el Congreso se convertirá en perro faldero".

En los días que corren y están por venir los mexicanos debemos estar atentos pero más que ello así como acudimos en paz y masivamente a votar ahora a defender nuestra democracia y como en otras ocasiones históricas a seguir nuestro camino por la vía constitucional y democrática.

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