México no ha podido superar su polarización social, que se atenuó tras la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador, pero que él mismo se encargó de revivir con la consulta ciudadana sobre la ubicación del nuevo aeropuerto.
El presidente electo decidió cancelar el proyecto en Texcoco y optar por su plan Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México-Santa Lucía-Toluca, cuya operación aeronáutica resulta complicada, según autoridades internacionales en la materia.
La consulta, sin validez jurídica ni legal, AMLO la consideró vinculatoria para su gobierno, que entrará en funciones el 1 de diciembre, aun cuando sólo participó el 1 por ciento del electorado nacional.
Su resultado y su falta de legitimidad radicalizaron a la sociedad sobre una decisión que debió tomarse con base en argumentos técnicos y no políticos.
El resultado de la consulta, mayoritariamente a favor de reacondicionar el AICM, construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía y modernizar el aeropuerto de Toluca, sólo reflejó la preferencia que siempre tuvo AMLO por su proyecto alternativo sobre el de Texcoco.
No importó que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México tuviera un avance de más del 30 por ciento en su construcción, pero del 60 por ciento en términos de compromisos contractuales ya asumidos por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México.
El aeropuerto en Texcoco es un proyecto de unos 285 mil millones de pesos, cuya cancelación tendría un costo de hasta 120 mil millones de pesos, según estimaciones del GACM, concesionario de la obra.
El cambio de rumbo en torno al NAIM afectará la confianza de los mercados, como ya se vio tras el resultado de la consulta, además de que desalentará la inversión privada en futuros proyectos de infraestructura, como el Tren Maya.
Por lo pronto, la calificadora Moody's recortó dos niveles, de Baa1 a Baa3, la calificación de los bonos por 6 mil millones de dólares emitidos por GACM para financiar parte del proyecto del NAIM, en los que hay inversiones de las Afores.
Si bien los bonos mantienen el grado de inversión, están a un escalón de perderlo y caer a grado especulativo o 'basura'.
De finales del año pasado a la fecha, ha habido seis cambios de gobierno en países de América Latina, incluido México con la elección presidencial en la que resultó ganador AMLO.
Este año faltaban las elecciones en Brasil, donde Jair Bolsonaro ganó la presidencia en una segunda vuelta el domingo pasado.
Todas las elecciones que han tenido lugar en los últimos meses conllevaron incertidumbre económica y también en políticas públicas.
En el caso de México, a las afectaciones por la cancelación del aeropuerto en Texcoco, se suma el precedente que se sienta sobre la toma de decisiones en el nuevo gobierno.
La interrogante es si AMLO usará siempre las 'consultas populares' para definir los temas más importantes del país.
Citibanamex lo advierte así: en una perspectiva de mediano plazo, lo más relevante del anuncio sobre el aeropuerto "es la señal negativa que esta decisión en particular envía a los mercados sobre la manera como se hará política bajo el gobierno de AMLO".
Es apenas un botón de muestra de la percepción de los mercados sobre el estilo de gobernar de quien será presidente en un mes.