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Banxico, con más ‘balas’ sobre la mesa

Víctor Piz explica los factores para la recuperación de la moneda mexicana en las últimas ocho jornadas.

La recuperación de la moneda mexicana durante las últimas ocho jornadas, en las que acumuló una apreciación de 4.3 por ciento y rompió el piso de 20 pesos por dólar, se debe básicamente a tres factores:

1. La percepción del mercado de que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China no escalarán a una guerra comercial, si bien persisten las preocupaciones sobre las políticas proteccionistas de Donald Trump y la forma en que Xi Jinping devolverá el 'golpe'.

2. El aumento de los precios del petróleo, luego de que la OPEP alcanzó un acuerdo para elevar el nivel de producción a partir de julio.

3. La decisión del Banco de México de dejar la puerta abierta para volver a subir la tasa de interés.

Como se sabe, la Junta de Gobierno del Banco Central elevó la semana pasada su tasa de referencia en 25 puntos base, a 7.75 por ciento, en una decisión unánime.

No hubo voces disidentes, en el sentido de que alguno de los cinco miembros de la Junta pidiera mantener sin cambio la tasa en 7.5 por ciento o incrementarla en 50 puntos base.

Aun así, el comunicado del Banxico con sesgo 'halcón' alimenta la expectativa del mercado sobre el siguiente movimiento de tasas: un aumento en agosto o después.

Más aún, el tono restrictivo del anuncio de política monetaria descarta la posibilidad de una baja de tasas en el segundo semestre del año.

"Nosotros teníamos pensado que en la segunda mitad del año podría haber algunos recortes de tasas de interés por parte del Banxico.

"La verdad es que con esto abandonamos esa previsión y ahora pensamos que la tasa se quedará al menos en 7.75 por ciento de aquí a fin de año", dijo Gabriel Casillas, economista en jefe de Banorte.

"Queda bastante claro que (Banxico) tiene más balas sobre la mesa", indicó Marco Oviedo, director de Investigación Económica para América Latina de Barclays.

Anticipó que Banxico "va a tener que mantener una postura bastante agresiva en tono restrictivo", por lo que descarta "cualquier intención de querer recortar la tasa de interés".

En su decisión de incrementar la tasa de interés, Banxico argumentó que "algunos riesgos para la inflación han comenzado a materializarse y se ha deteriorado el balance de riesgos para ésta".

Se refiere a la pérdida acumulada del peso frente al dólar de 6.3 por ciento del 16 de mayo al 14 de junio y las presiones sobre los precios de las gasolinas y del gas LP, que son el 'coco' de la inflación.

Banxico admitió que ha aumentado el riesgo de que la inflación converja más lentamente a su objetivo de 3.0 por ciento de no modificarse la postura monetaria.

Dicho de otra manera, está en duda la convergencia de la inflación a su meta puntual durante 2019.

El sesgo al alza en la inflación está asociado a riesgos como la debilidad del peso ante la incertidumbre sobre la renegociación del TLCAN y el proceso electoral del domingo.

Otro riesgo es la previsión de dos aumentos más en la tasa de interés de la Reserva Federal estadounidense de 25 puntos base cada uno en 2018.

El resultado previsible es un escenario de mayor volatilidad en los mercados financieros, donde la cotización de la moneda nacional seguiría presionada.

Así que Banxico mantendrá el 'dedo en el gatillo'.

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