Dinero, Fondos y Valores

El sobregiro de expectativas

El columnista analiza por qué la incertidumbre sobre las políticas del presidente electo aumenta los riesgos para la economía mexicana.

El proceso electoral en México incidió positivamente en los niveles de confianza de la población.

Los resultados del Indicador de Confianza del Consumidor de julio publicados por el Inegi así lo reflejaron:

El indicador general se ubicó en 42.1 puntos con datos desestacionalizados y subió 5.3 puntos respecto a junio, el mayor incremento mensual desde que hay registros disponibles.

De sus cinco componentes, el que más repuntó fue el relacionado con la situación económica del país esperada para los próximos 12 meses, que despegó 12.7 puntos, a un nivel de 52.5 puntos, el mayor desde agosto de 2001.

Un nivel por arriba de 50 puntos, no visto desde diciembre de 2006, indica que existe optimismo sobre la situación económica futura del país.

El disparo en la confianza de los consumidores en julio fue resultado del proceso electoral, en el que Andrés Manuel López Obrador ganó con 53 por ciento de los votos, el porcentaje más alto en una elección presidencial.

Tal nivel de optimismo del consumidor no se vio en julio de 2012, cuando Enrique Peña Nieto ganó la elección presidencial, ni seis años antes, cuando Felipe Calderón se impuso cerradamente sobre AMLO.

"Esto sugiere que el público espera una mejoría importante y generalizada en la economía, entendida como un mayor crecimiento económico, mayor creación de empleos y menor inflación", señaló la semana pasada el IMEF.

Sin embargo, las perspectivas para el crecimiento de la economía mexicana en 2019, el primer año de AMLO en el gobierno federal, siguen revisándose a la baja.

De por sí, es prácticamente inevitable que se presente la 'tradicional' desaceleración económica del primer año de cada gobierno.

El propio IMEF ajustó sus pronósticos de crecimiento entre julio y agosto: el esperado para el próximo año pasó de 2.20 a 2.05 por ciento.

Los analistas de mercados financieros encuestados por Citibanamex revisaron su estimación de crecimiento para 2019 a 2.1 por ciento desde 2.2 por ciento previo, según la encuesta publicada ayer.

De acuerdo con los ejecutivos de finanzas, "el escenario de pronósticos para la economía mexicana está sujeto a un grado inusualmente elevado de incertidumbre".

En efecto, en la minuta del Banco de México sobre su reunión de política monetaria del pasado 2 de agosto, "se anticipa un entorno de mayor incertidumbre en el próximo año".

Incertidumbre que, en buena medida, está asociada a las "estrategias, políticas y planes que llevará a cabo la nueva administración" y sus efectos sobre la perspectiva económica del país.

Uno de los miembros de la Junta de Gobierno del Banxico "argumentó que la falta de detalles acerca de las acciones que tomará la nueva administración en diversos ámbitos también acarrea riesgos para la evolución de la demanda interna en la segunda mitad de 2018 y en 2019".

La incertidumbre sobre las políticas del presidente electo aumenta los riesgos para la economía mexicana, justo cuando transita por un panorama externo complejo.

Más vale no seguir alimentando las expectativas, de por sí sobregiradas, a costa de la 'cuarta transformación' de México que quiere encabezar AMLO desde la Presidencia.

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