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Los mensajes (no) cifrados de AMLO

En los primeros discursos el presidente López Obrador envió mensajes que pueden incidir en la confianza de los empresarios y mercados, principalmente en lo que se refiere a la reforma energética y el NAIM

De los primeros discursos de Andrés Manuel López Obrador como presidente y anuncios de su gobierno, se desprenden tanto definiciones como mensajes importantes en materia económica.

Las definiciones ya se pueden dar por sentadas, porque así lo anticipó AMLO desde la campaña y también como presidente electo durante la transición:

1. No habrá necesidad de incrementar los impuestos en términos reales.

2. No subirán los precios de los combustibles más allá de la inflación.

3. No va a aumentar la deuda pública.

4. Se respetará la autonomía del Banco de México.

Los mensajes dejan ver las intenciones del presidente sobre ciertos temas que pueden incidir en la confianza de los empresarios y mercados:

1. Las críticas a la reforma energética de 2013-2014.

Si bien no se cancelará como "la mal llamada reforma educativa", AMLO envía claramente el mensaje de que no cree en el nuevo modelo energético.

"Nos dijeron que (la reforma) vendría a salvarnos, (pero) sólo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido en los precios de las gasolinas, el gas y la electricidad", dijo.

No mete reversa a la reforma energética, porque ya está en marcha y hay factores legales que garantizarían su continuidad.

El principal, que es una reforma constitucional que requirió el voto favorable de dos terceras partes del Congreso.

Cualquier modificación requeriría el mismo proceso de aprobación legislativa.

Además, la Corte determinó que los jueces federales no pueden suspender las resoluciones o normas de los órganos reguladores en materia energética, la CRE y la CNH.

Esa podría ser la razón por la que AMLO anunció que "se respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores".

Un total de 107 contratos fueron asignados en las rondas petroleras para el desarrollo de proyectos de hidrocarburos.

Dejar sin efecto esos contratos sería tan o más costoso que la decisión de cancelar el aeropuerto en Texcoco.

Cada uno de los contratos adjudicados para la exploración y extracción de hidrocarburos será revisado, según lo advirtieron en el periodo de transición AMLO y su secretaría de Energía, Rocío Nahle.

Por lo mismo, es probable que no se realicen las rondas petroleras 3.2 y 3.3, orientadas a producir gas natural, que fueron pospuestas para febrero de 2019.

Tampoco se hará la cuarta subasta de energía eléctrica renovable, que estaba programada para este mes, pero fue suspendida indefinidamente por "instrucción" presidencial.

En los hechos, la continuidad de la reforma energética de Enrique Peña Nieto está en duda.

2. La decisión de mantener las obras en Texcoco unas semanas más.

Para evitar demandas y otras acciones legales ante la virtual cancelación del proyecto, se anunció la recompra anticipada de bonos por mil 800 millones de dólares de los seis mil millones emitidos en los mercados internacionales para financiar la construcción del aeropuerto.

Al continuar la obra, el nuevo consejo de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, que opera el AICM y tiene la concesión del aeropuerto en Texcoco, trata de ganar tiempo mientras traza la ruta para evitar la exigencia de los tenedores del pago de los bonos por un 'evento de incumplimiento'.

De eso dependerá que en las próximas semanas se pueda anunciar la cancelación definitiva o suspensión indefinida de la construcción del aeropuerto en Texcoco, pues la decisión está tomada: Santa Lucía va.

El mensaje es que, para finiquitar el proyecto, el gobierno busca llegar a un acuerdo con los tenedores de los bonos para no caer en impago.

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