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‘Mordió’ la inflación el ingreso de 1.8 millones

Víctor Piz dice que la inflación representa una alerta para los mexicanos, pues 1.8 millones no pueden comprar la canasta básica.

El 2017 es recordado por ser el año en que la inflación general, de 6.77 por ciento anual al cierre de diciembre, fue la más alta desde mayo de 2001.

Ahora será recordado por ser el año en el que la inflación obligó a que 1.8 millones de mexicanos cayeran en la franja en la que no se puede comprar una canasta alimentaria con el ingreso laboral de su hogar.

El Coneval informó la semana pasada que el ingreso laboral per cápita real mostró una disminución anual de 2.5 por ciento entre el cuarto trimestre de 2016 y el mismo periodo de 2017.

Como resultado, la población con un ingreso laboral inferior a la línea de bienestar mínimo –determinada por el valor de la canasta alimentaria– aumentó de 40 a 41 por ciento en igual lapso comparable.

Por definición, se trata del porcentaje de la población que, aun si hiciera uso de todo el ingreso laboral disponible en el hogar, no podría adquirir los bienes de la canasta alimentaria.

En cifras absolutas, el número de mexicanos que cayeron en la zona en que no se puede comprar una canasta alimentaria con el ingreso laboral pasó de 49.1 a 50.9 millones de personas en el último año.

"Este aumento revirtió las disminuciones observadas durante 2016, que habían sido resultado de una baja inflación", reconoció el organismo responsable de medir la pobreza en el país.

Si bien el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior a la línea de bienestar mínimo no constituye una medición de pobreza, sí refleja el deterioro que sufrió el poder adquisitivo de las familias.

"Sí nos puede dar una señal de lo que le está pasando en el corto plazo a las familias en un elemento básico, que es su ingreso total del trabajo", dijo a este reportero Gonzalo Hernández, secretario ejecutivo del Coneval.

Claramente hay más mexicanos en condición de pobreza laboral a causa del repunte de la inflación en 2017.

El Coneval agregó que "la explicación de este aumento… radica principalmente en un incremento del valor de la canasta alimentaria de 9.0 por ciento en zonas urbanas y 8.7 por ciento en zonas rurales en este periodo", así como en la disminución del ingreso laboral ya señalada.

El hecho es que para 1.8 millones de mexicanos se redujo la capacidad de compra de alimentos con el ingreso laboral.

Además, en 20 de las 32 entidades creció el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral no fue suficiente para adquirir una canasta alimentaria.

"Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, San Luis Potosí, Zacatecas, Puebla y Morelos son estados en los cuales la situación del ingreso laboral es más precaria que en el resto del país", comentó Hernández.

En todos, el ingreso laboral de las familias es mucho menor al valor de la canasta alimentaria.

Destaca el caso de Chiapas, donde 71 de cada 100 personas tienen ingresos laborales que son menores al costo de la canasta alimentaria.

De acuerdo con Hernández, la información busca "tener una alerta temprana, lo que implica hacer el esfuerzo de política pública para retomar el camino que se tenía (trazado) en los años previos".

Es una llamada de atención para que, por ejemplo, el Banco de México centre sus esfuerzos en acelerar la reducción de la inflación en este año.

Y, también, para que los gobiernos federal y estatales fomenten la productividad del trabajo y apuntalen la recuperación del salario real.

Ojalá que se atienda el mensaje, antes de que sea demasiado tarde.

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