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Optimismo por el TLC, ¿flor de un día?

Piz dice que el desempeño del peso dejó en claro que para los participantes del mercado es necesario que los tres países concluyan exitosamente la renegociación del TLCAN.

Al peso mexicano poco le duró el gusto por el acuerdo comercial bilateral entre México y Estados Unidos anunciado el lunes pasado, cuando el tipo de cambio se apreció 1 por ciento, a 18.75 pesos por dólar en el mercado de mayoreo.

Ayer, el tipo de cambio 'rebotó' 1.3 por ciento y el dólar escaló a 18.99 pesos, según indicadores del Banco México, pero en operaciones internacionales continuas reportadas por Bloomberg llegó a 19.11 pesos.

La razón del ajuste del peso es que, de acuerdo con algunos analistas, como Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, "se desvaneció el optimismo" del mercado relacionado con el nuevo TLC.

"El desempeño del peso deja en claro que para los participantes del mercado es necesario que los tres países concluyan exitosamente la renegociación", comentó la especialista.

Apenas ayer en la tarde, el equipo de negociadores canadienses, encabezado por la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, se integró a las discusiones en Washington.

El propósito es llegar a un acuerdo trilateral a más tardar el próximo viernes para que, inmediatamente, el gobierno de Donald Trump notifique al Congreso de EU su intención de firmar un tratado modernizado que pueda ser aprobado por la actual legislatura, de mayoría republicana, dentro de los siguientes 90 días.

Ese plazo debe empatarse con otro que, en México, permita al presidente Enrique Peña Nieto firmar el acuerdo comercial en noviembre, antes de que finalice su administración.

"La fecha de notificación que se ha propuesto (en EU) es el viernes (31 de agosto) para que el presidente Peña pueda firmarlo antes de que termine su gobierno", dijo a este reportero el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

El problema es que los negociadores de Canadá sólo tienen tres días, contados a partir de hoy, para validar lo que México y Estados Unidos acordaron durante cinco semanas de negociaciones.

Esa es la razón por la que en el mercado y en algunos sectores hay dudas sobre la viabilidad de un acuerdo bilateral, en caso de que Canadá decida no aceptar los términos del "entendimiento" entre México y Estados Unidos.

Por si algo faltara, el gobierno de Trump corre el riesgo de que la negociación de un acuerdo bilateral no esté dentro de las atribuciones de la figura de Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por sus siglas en inglés), permiso que le otorgó el Congreso estadounidense para negociar tratados comerciales trilaterales.

Si no hay pacto con Canadá en estos días, la Casa Blanca requeriría una nueva autorización del Congreso para negociar un acuerdo bilateral con México, proceso que tomaría al menos 180 días más, según algunos medios estadounidenses.

En tal escenario, se retrasaría la aprobación del acuerdo en el Congreso de Estados Unidos, por lo que pasaría a la siguiente legislatura, que probablemente no tendrá mayoría republicana.

Pero también se retrasaría la firma del acuerdo en México, que ya no le tocaría a Peña, sino a Andrés Manuel López Obrador.

Más allá de tiempos y procesos, hay también un riesgo de terminación del TLCAN, si Canadá queda fuera del acuerdo entre México y EU.

Veremos.

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