La tecnología juega un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana y muchas personas se esfuerzan constantemente por poseer los últimos y más brillantes artilugios. Pero, ¿qué ocurre con los dispositivos una vez que ya no están actualizados?
Algunos se venden, otros se reciclan adecuadamente, pero muchos simplemente terminan como desechos electrónicos no documentados. Según The Global E-waste Monitor, un informe publicado por la Universidad de las Naciones Unidas, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos, la humanidad generó 44.7 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos en 2016, lo que equivale a 6.1 kilogramos por persona.
Según los hallazgos del informe, solo el 20 por ciento de los desechos electrónicos se reciclaron adecuadamente en 2016. La gran mayoría (80 por ciento) no está documentada, es probable que sea comercializada o reciclada en condiciones inferiores.
"El problema mundial de los desechos electrónicos continúa creciendo. La medición mejorada de los desechos electrónicos es esencial para establecer y monitorear objetivos e identificar políticas ", comentó Jakob Rhyner, vicerrector de la Universidad de las Naciones Unidas.
"Las estimaciones mundiales y regionales existentes basadas en estadísticas de producción y comercio no cubren adecuadamente los riesgos para la salud y el medio ambiente del tratamiento y la eliminación inseguros mediante la incineración o el vertido en vertederos", agregó.
China y los Estados Unidos generaron la mayor cantidad de desechos electrónicos el año pasado por un amplio margen. Sin embargo, es necesario señalar que ninguno de los dos países se destaca negativamente en términos de generación de desechos per cápita en comparación con países con niveles de vida similares.