Amazon se está preparando para abrir una bodega de casi 93 mil metros cuadrados cerca de la Ciudad de México, según fuentes familiarizadas con el proyecto, parte de un esfuerzo para impulsar su presencia en el naciente sector mexicano del comercio electrónico.
El nuevo almacén se construiría en el municipio de Tepotzotlán, a unos 40 kilómetros al norte de la capital, según cuatro profesionales de bienes raíces de Ciudad de México con conocimiento de los planes.
La instalación, que se espera quede concluida el próximo año, triplicaría el espacio de distribución de Amazon en México, hogar de alrededor de 120 millones de posible clientes.
El impulso de Amazon en México coincide con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que beneficiaría a la empresa si Estados Unidos convence a México de aumentar el actual límite de 50 dólares libres de impuesto para las importaciones por compras en línea.
Amazon es casi un recién llegado a México: abrió su sitio de libros electrónicos Kindle en 2013 y se expandió a la venta de bienes hace apenas dos años.
Pero está creciendo mucho más rápido que rivales como Wal-Mart Stores y ya es el tercer mayor minorista en línea del país. Amazon reportó 253 millones de dólares en ventas en México en 2016, más del doble que el año anterior, según la firma de estudios de mercado Euromonitor Internacional.
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México, que comparte una frontera de más de 3 mil kilómetros con Estados Unidos, parece un lugar lógico para que Amazon se expanda. Pero igualar el éxito que ha tenido en Estados Unidos podría ser más complicado.
Las compras en línea son cerca de un 3 por ciento de las ventas minoristas en México, lo que se compara con más del 10 por ciento en Estados Unidos. Algunos mexicanos temen fraudes por internet y muchos no cuentan con tarjetas de crédito.
Sin embargo, algunos analistas creen que Amazon está dispuesto a correr el riesgo para avanzar en mercados extranjeros y competir con rivales ágiles como la china Alibaba Group.
"Amazon no tiene miedo de arar en un nuevo mercado, incluso aguantar un gran golpe, porque -digamos en unos 10 años más- esto será grande y rentable", dijo Neil Saunders, director gerente de la firma de investigación GlobalData Retail.
El portavoz de Amazon, Julio Gil, no quiso comentar los planes para un nuevo almacén en México.
Dijo que la unidad en México de la compañía busca expandir su oferta de productos, ofrecer entregas más rápidas y hacer que el proceso de compra sea tan cómodo y seguro como sea posible para inspirar la confianza de los consumidores.
Actualmente, Amazon opera dos centros de distribución en México, que totalizan más de 46 mil 452 metros cuadrados, dijo Gil. Ambos están en Cuautitlán Izcalli en Estado de México, adyacente a la capital Ciudad de México, cuya zona metropolitana es el hogar de más de 20 millones de personas.
El nuevo almacén se construirá a alrededor de 11 kilómetros de distancia de las actuales instalaciones. Todas están a lo largo de la llamada autopista TLCAN, un cinturón industrial que atraviesa las regiones manufactureras mexicanas hasta la frontera con Estados Unidos.
La nueva edificación está siendo construida por el desarrollador industrial Fibra Prologis, de acuerdo con fuentes familiarizadas con el proyecto.
El fondo de inversión en bienes raíces, que tiene su sede en México, posee 3.2 millones de metros cuadrados de espacios manufactureros y logísticos a lo largo del país. Prologis declinó los requerimientos de entrevista con Reuters.
Con 93 mil metros cuadrados, la nueva estructura sería capaz de distribuir productos voluminosos como mobiliario, así como pequeños ítemes como libros y microondas, un esquema que Amazon usa en otros países extranjeros, dijo Marc Wulfraat, presidente de la firma consultora en logística MWPVL International.
Si cerca de 85 por ciento del espacio se usa en productos pequeños -propio de Amazon-, la compañía podría ser capaz de almacenar 15 millones de productos y lograr hasta un millón de despachos por día en todo el país. También podría emplear entre 2 mil y 3 mil personas para manejar estos envíos, dijo Wulfraat.
El lugar también podría servir como un punto de distribución para productos que vayan a Estados Unidos, agregó Saunders de GlobalData.
"Amazon tiene una logística muy fluida", dijo. "Mientras esa frontera esté razonablemente abierta, Amazon es muy agnóstica", agregó.
RETICENCIA MEXICANA EN LÍNEA
Las operaciones globales de Amazon incluyen 14 países, entre ellos los más populosos de Latinoamérica, Brasil y México. El negocio generó 11 mil 500 millones de dólares en ventas netas internacionales en el segundo trimestre, algo más de la mitad que en Norteamérica.
Las ventas de Amazon en México en 2016 están muy por detrás de las del líder del mercado, la argentina MercadoLibre, con 435 millones de dólares, según Euromonitor.
Aun así, Amazon dejó atrás a Wal-Mart -que está en la cuarta posición- y quedó cabeza a cabeza en el tercer lugar con Linio, una división de Rocket Internet, que tiene su sede Berlín.
"Mucha de la reticencia de los clientes nacionales por hacer compras online es precisamente la inseguridad", dijo Carlos Hermosillo Bernal, un analista con Actinver. "¿Me va a llegar el producto? ¿Es tal cual lo que me ofrecen? ¿Qué garantía tengo?".
Esta aversión puede ir desapareciendo en la medida que los "millenials" mexicanos de clase media y alta ganan poder de compra.
Si Estados Unidos, México y Canadá acuerdan el monto de compras por Internet que pueden importarse sin pagar impuestos, como parte de una modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Amazon podría cosechar los beneficios en México.
La propuesta, apoyada por la representación comercial estadounidense, podría impulsar el límite de estas importaciones hasta alrededor de 800 dólares desde los 50 dólares vigentes en México y 16.5 dólares establecidos por Canadá (20 dólares canadienses).
Esto le podría dar a los consumidores de los tres países un incentivo para comprar más productos en Internet desde Estados Unidos, una idea que el presidente Donald Trump ha impulsado en su campaña "Compra estadounidense".
Los negociadores mexicanos, sin embargo, están tratando el asunto con cautela debido a presiones de los industriales mexicanos de sectores como textiles y calzado.
"Tenemos que encontrar un punto intermedio que no perjudique nuestra economía con una liberalización extrema", dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, cuando concluyó la segunda ronda de negociaciones a comienzos de mes. La próxima ronda será a finales de septiembre en Ottawa.
El analista de comercio internacional del Instituto Americano de Empresas, Claude Barfield, anticipó que incluso si hay una solución de compromiso es poco probable que cambie los planes de Amazon para México. "No puedo imaginar que esto pueda ser un factor decisivo", dijo.