El cambio más drástico para Facebook en años nació durante un off-site en el Four Seasons de Silicon Valley, a 10 minutos en coche de la sede de la compañía.
Chris Cox, director de Productos de la red social, dirigió el debate; preguntó a cada uno de los seis ejecutivos en el salón de conferencias cuáles eran los tres proyectos que estaban más deseosos de desarrollar en 2015. Cuando fue su turno, Cox dejó caer una bomba: tenían que hacer algo con el botón de "me gusta".
El botón de "me gusta" ha sido el motor de Facebook y su símbolo más reconocido. Una versión gigante de éste adorna la entrada a la sede de la compañía en Menlo Park, California. Los más de 1.6 mil millones de usuarios de Facebook le dan click mas de 6 mil millones de veces al día.
Todos esos "me gusta" le dicen a Facebook lo que es muy popular y se debe mostrar con mayor frecuencia, sin embargo, se trataba también de un instrumento torpe. Si alguien anunciaba su divorcio o un terremoto devastaba Nepal los usuarios sólo tenían la opción del pulgar hacia arriba.
Cambiar el botón era como si Coca-Cola jugara con su receta secreta. Cox había tratado de cambiar el botón un par de veces antes, pero ninguna idea era lo suficientemente buena para lanzar una prueba pública.
"Esta era una característica que estaba justo en el corazón de la forma en que se usa Facebook, por lo que debía ser de ser ejecutada realmente bien con el fin de no restar valor o desordenar la experiencia", explica Cox.
"Todos los demás intentos habían fracasado". La alternativa obvia, un botón de "no me gusta", había sido rechazada con el argumento de que sería sembrar demasiada negatividad.
Cox dijo durante la reunión en el Four Seasons que el tiempo finalmente era el correcto, ahora que Facebook había hecho con éxito la transición de la mayor parte de su negocio a teléfonos inteligentes. Su colega, Adam Mosseri, dio un respiro profundo. "Sí, estoy contigo," dijo solemnemente.
Más tarde esa semana, Cox llevó el proyecto a su jefe y amigo de toda la vida. La respuesta de Mark Zuckerberg mostró cuánto margen de maniobra tenía Cox para correr riesgos. "Él dijo algo así como, 'Sí, hazlo'. Fue un apoyo completo", explica Cox. "Buena suerte. Será una tarea difícil", recuerda Cox sobre la reacción del fundador de la red,
La solución final fue Reacciones, lanzada este miércoles a nivel global y que da cinco opciones más a los usuarios de Facebook para expresar su opinión. Además del "me gusta" ahora cuenta con "amor", "jaja", "wow", "triste" y "enojado".
EL JEFE DEL PROYECTO
Cox no es uno de los fundadores de la empresa, no es parte de las juntas directivas de otras compañías y no ha escrito libros que estén entre "los más vendidos". Se unió a Facebook en 2005, demasiado tarde para ser representado en The Social Network, la película de David Fincher sobre los primeros días de la compañía.
Mientras Zuckerberg maneja una cartera en expansión de los negocios secundarios y proyectos como Instagram, WhatsApp, el Oculus Rift de realidad virtual, entre muchos otros, Cox ejecuta "la gran aplicación azul"; es también el guardián de la llama cultural de la empresa, es quien da un discurso entusiasta de bienvenida a los nuevos reclutas cada lunes a las 9 de la mañana. Es una apuesta segura que los 12 mil empleados de Facebook saben su nombre.
Él es probablemente lo más cercano que los usuarios de Internet tienen a un editor en jefe de su vida digital. El equipo de Cox gestiona el News Feed, ese rollo interminable de actualizaciones de Facebook. Fórmulas invisibles gobiernan las historias que los usuarios ven al darle scroll, buscando balancear las fotos de bebés con posturas políticas.
"Chris es la voz para el usuario", dice Bret Taylor, exdirector de Tecnología de Facebook. "Él es el hombre en la habitación junto con Zuckerberg que explica cómo las personas podrían reaccionar a un cambio".
El ascenso de Cox ha sido gradual y, en los últimos años, claramente visible para los observadores de Facebook. Muchos lo conocieron durante la gira por la oferta pública inicial de 2012, cuando la compañía distribuyó un video de los ejecutivos hablando sobre la misión de la firma. Junto con el presidente y CEO Zuckerberg y la directora de operaciones, Sheryl Sandberg, el video mostró a Cox quien decía "estamos cambiando en una generación la forma en cómo se comunica la humanidad consigo misma".
EL CAMBIO
El botón de "me gusta" se convirtió en una parte crucial de cómo la tecnología de Facebook decide qué mostrar a los usuarios. Si te gustan consejos de belleza y los posts de un amigo sobre las Kardashian, el software calcula que también debes ver los artículos y anuncios de la revista People y de la marca Sephora. "El valor que ha generado para Facebook no tiene precio", dice Brian Blau, analista de Gartner.
Es una manera de crear una conexión, aunque sea superficial. Si los usuarios hacen click a un post acerca de los esfuerzos de la Cruz Roja ante un desastre, se sienten como si hubieran hecho algo para ayudar.
Marcar las fotos de alguien es una forma libre de incomodidad de entrar en contacto con esa persona que no has visto en años.
Las nuevas alternativas al "me gusta" le permitirán a los usuarios de Facebook ser un poco más reflexivos y considerados, o al menos parecer serlo, sin tener que esforzarse mucho.
Los investigadores de Facebook comenzaron el proyecto mediante la compilación de los comentarios más frecuentes que la gente daba en los posts: "jaja", "LOL" y "omg so funny" se fue a la categoría de risa, por ejemplo. Emojis con ojos en forma de corazones, animaciones GIF con el corazón latiendo fuera del pecho y "Luv U", a la categoría de amor. Con este análisis nacieron los nuevos íconos de Reacciones.