Los estudiantes activistas que tratan de darle impulso al movimiento #MeToo en China recurrieron a la tecnología que sostiene al bitcoin para combatir la censura del Gobierno.
La inusual muestra de disenso surgió cuando la alumna Yue Xin acusó a la prestigiosa Universidad de Beijing de tratar de acallar sus exigencias de que se divulgue un caso de acoso sexual ocurrido hace más de 20 años.
Aunque ella no protagonizó ese antiguo incidente, supuestamente los funcionarios de la institución trataron de intimidarla y amordazarla, escribió Yue el lunes en una carta abierta.
La universidad la obligó a borrar la información sobre el caso y les pidió a sus padres que la confinaran en su casa, escribió la estudiante universitaria.
La carta abierta de Yue puso el dedo en la llaga de un país que lidia desde hace mucho tiempo con la discriminación de género endémica fuera de la escena pública y donde se suprimió el movimiento #MeToo.
También es una protesta poco común contra la autoridad, en particular porque la Universidad de Beijing es desde hace décadas el alma máter de los máximos funcionarios del Partido Comunista, entre ellos el primer ministro Li Keqiang.
La carta se viralizó en plataformas como WeChat, de Tencent, y Weibo, de Sina, antes que se borrasen rápidamente las publicaciones relacionadas.
Imborrable
El lunes, sus simpatizantes publicaron su nota en el blockchain del ethereum, y así se aseguraron de que nunca se la pueda borrar ni modificar.
Un usuario anónimo anexó la carta de Yu a una transacción con ether y la publicó en el blockchain, el libro contable descentralizado que registra todas las actividades de la criptomoneda.
Esa transacción le costó al que la hizo la cantidad de 52 centavos, según el registro.
Si bien esto significa que ahora cualquier persona con acceso a un nodo de ethereum puede ver la nota, no será fácil de acceder para el público en general, a menos que alguien copie el mensaje del libro contable y lo republique en internet. Incluso en ese caso, las autoridades chinas podrían bloquear sin problemas el sitio.
"Es algo simbólico, pero no será adoptado fácilmente por las masas. Los medios descentralizados tienen un largo camino por delante.
Pero esto le da nuevas esperanzas a la gente", dijo Isaac Mao, un emprendedor de San Francisco que está construyendo una plataforma de medios que usa la tecnología del blockchain para luchar contra la censura.
Creatividad
Los usuarios adoptaron otros métodos creativos para esquivar a los órganos de vigilancia: distorsionaron fotos de la carta (para evitar el software de reconocimiento de objetos) o la dieron vuelta. Aparecieron carteles de apoyo en el campus.
La Universidad de Beijing publicó un comunicado en su página web donde afirma que "siempre respetó los derechos básicos de todos los alumnos y se esfuerza por proteger los derechos e intereses legítimos de cada estudiante".
Pero lo que asegura un registro indeleble es el método del blockchain.
"No salta un 404, es permanente", muestra una respuesta publicada en el blockchain, en referencia al código de error que marca una página web no disponible y suele aparecer cuando los censores chinos borran información considerada inapropiada.