Las conexiones humanas serán el 'driver' de la transición del Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) al mercado del Internet de Todo (IoE), el cual comprende no sólo la conexión de los objetos con la web, sino la integración con los cuerpos de las personas más allá de los dispositivos de vestir y la interacción de estos datos con los ámbitos de la salud, seguridad y trabajo.
Un ejemplo concreto de las aplicaciones del IoE es lo que está haciendo Proteus Digital Health con Proteus Pill, un chip incorporado en píldoras tecnológicas para pacientes de edad avanzada que normalmente olvidan tomar sus medicamentos.
Los pacientes tragan la pastilla energetizante, el chip se rompe y manda una señal a un parche colocado en el estómago del usuario, que a su vez está conectado con los smartphones del cliente y sus cuidadores y si la píldora no hace 'check-in' van a llamar al paciente para recordarle que tome sus medicinas.
"Lo realmente importante es que una pieza tan pequeña de información como esa, no sólo está salvando vidas potencialmente, sino que tiene un impacto económico muy importante al ahorrar visitas de emergencia al hospital", mencionó Robert Pepper,vicepresidente de Políticas de tecnología de Cisco Systems.
De acuerdo con el directivo, el sector salud es sólo un ejemplo de las aplicaciones del IoE, pues éste también revolucionará la industria manufacturera y la movilidad en las ciudades con los autos conectados.
Se espera que a finales del 2016 estén circulando 250 mil vehículos vinculados a la web con al menos cuatro dispositivos periféricos generadores de información.
Actualmente sólo 1 por ciento de las cosas que pueden involucrarse con la web están conectadas. En 2017 serán 20 mil millones de objetos y 50 mil millones en 2020.
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