La empresaria de juguetes sexuales Polly Rodríguez está harta de que los banqueros la miren con extrañeza. Su tienda en línea Unbound vende vibradores de color caramelo, esposas y otros productos íntimos para mujeres.
A pesar de vender todo el inventario, Rodríguez dijo que tuvo problemas para encontrar un banco que le otorgara un préstamo para pequeñas empresas. Lo atribuyó al temor de la industria financiera cuando se trata de sexo.
Ahora, Rodríguez ve un rayo de esperanza en las monedas digitales. "Cuando te etiquetan como una empresa para adultos, te colocan en la lista negra", dijo la dueña de Unbound.
Los bancos y las compañías de tarjetas de crédito pueden ser de miras estrechas cuando se trata de empresas para adultos, que pueden generar grandes sumas de dinero.
Sólo la industria de juguetes sexuales mueve más de 20 mil millones de dólares al año en todo el mundo, y para 2020 se espera que las ventas lleguen a casi 30 mil millones de dólares, según Technavio, firma de investigación de mercados con sede en Londres.
PREOCUPACIÓN POR LAS ANULACIONES
Las compañías de tarjetas de crédito también están preocupadas por las anulaciones que ocurren cuando un titular de tarjeta reclama que una transacción es fraudulenta. Por ejemplo, si un hombre mira porno y lo carga en su tarjeta, y luego niega haberlo hecho cuando su esposa descubre el pago, y la compañía de tarjetas tiene que hacerse cargo del pago.
La ausencia de tales complicaciones ha hecho que algunas empresas para adultos abracen la llegada de las monedas digitales, como bitcoin y ethereum, y el aumento de los tokens de pagos digitales, que podrían ayudarles a evitar intermediarios escépticos y permitir a los clientes realizar pagos directos.
Xavi Clos, jefe de producción en BaDoink VR, una compañía de producción de pornografía de realidad virtual, dijo que los tokens muestran un gran potencial en la industria para adultos porque son formas anónimas y directas de aceptar pagos.
El problema, dijo Clos, es que es "para un verdadero uso comercial, todavía no hay nada que esté a punto para su uso generalizado". Los costos de transacción aún son demasiado altos, y la infraestructura, sujeta a piratería y bloqueos, debe mejorar primero.
NUEVA INDUSTRIA
Y no es porque no se esté intentando. Está surgiendo una industria especializada en mecanismos de pago digital para negocios centrados en el sexo.
Uno de los primeros participantes, SpankChain, está estableciendo un ecosistema de pago basado en la cadena de bloques de ethereum. En un libro blanco, escrito por "Spanktoshi Nakabooty" (una referencia al creador anónimo de bitcoin, que utiliza el nombre de Satoshi Nakamoto), SpankChain explica cómo los tokens se pueden usar como herramientas de pago para cámaras web. El acuerdo de pago virtual se diferenciará mediante el cobro de una comisión del 5 por ciento sobre las ganancias del intérprete, en comparación con el 30 por ciento al 50 por ciento cobrado por los servicios de cámara tradicionales, según el libro blanco de Nakabooty.
OTRA MONEDA
Otra moneda para la industria del entretenimiento para adultos, llamada Intimate, tiene como objetivo atender a las empresas de cámaras web, pero también se extiende a negocios como los minoristas de juguetes sexuales, hoteles de corta estadía y servicios de acompañantes en los países donde son legales.
El fundador de Intimate, Reuben Coppa, hizo correr la voz acerca de la oferta inicial de monedas (ICO) de Intimate en una conferencia sobre criptomonedas en Nueva York en noviembre de 2017.
DESCONFIANZA SOBRE LAS ICO
Compañías como SpankChain e Intimate enfrentan complicaciones con unos reguladores que ya desconfían de las ICO.
La Comisión de Valores y Bolsa de EU (SEC, por sus siglas en inglés) advirtió el año pasado a los inversores que probablemente sean foco de fraude, y crearon una división cibernética que se centrará parcialmente en las infracciones.
El matrimonio entre el negocio del sexo y el mundo de las criptomonedas sería imposible sin la terquedad de los banqueros tradicionales en relación al negocio del sexo.
La oposición de los bancos podría cambiar una vez que vean cuánto dinero perderán frente a las compañías de monedas virtuales, dijo la empresaria de juguetes sexuales Rodríguez.
Con información de Jenny Surane*