Un equipo multidisciplinario que engloba a la iniciativa privada y a la academia trabaja en el desarrollo de un nuevo proceso para generar un extracto para la piel, el cual cuenta con propiedades antioxidantes y se produce a partir de los desperdicios de uva de la industria vinícola.
Según un comunicado del Conacyt, se trata de uno de los equipos finalistas del I-Corps Pilot Program México, cuyo trabajo busca reciclar y convertir el orujo de la uva –residuos del prensado– que derivan de la industria vinícola en un extracto que podría tener aplicaciones médicas y también cosméticas.
En entrevista para el Conacyt, Carlos Antonio Eldar Guzmán Nieves, líder emprendedor del proyecto e ingeniero bioquímico egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), explicó que la investigación surgió hace ya varios años en las aulas de dicha escuela, y que una vez concluida su formación académica decidió dar continuidad al proyecto.
"Se trata de un proceso que permite producir un extracto rico en compuestos fenólicos –micronutrientes de origen vegetal– que provienen del orujo de la uva, es decir, los residuos de esta fruta como cáscara, semillas, y tallos, que derivan del proceso de vinificación", explicó.
Asimismo, el investigador detalló que actualmente existen otros procesos similares para generar productos a base de la uva; no obstante, muchos de ellos se llevan a cabo a elevadas temperaturas, lo cual a su vez disminuye el poder antioxidante de los compuestos fenólicos.
"A bajas temperaturas (menos de 20 grados) se mantiene la estabilidad por mayor tiempo de los compuestos fenólicos, a diferencia de otros procesos registrados en la literatura, los cuales se llevan a cabo a más de 35 grados, temperatura que tiende a dañar la estabilidad de los compuestos", detalló.
"Lo importante de este nuevo proceso en frío es que conserva las propiedades antioxidantes por más tiempo, pero no solamente se trata de propiedades antioxidantes sino de cualidades que también son benéficas para la piel, es decir, previenen el envejecimiento, hidratan y en general mejoran las condiciones de la piel", precisó.
De acuerdo con el investigador, el nuevo proceso –que incluso ya fue patentado– hasta el momento no incluye desarrollo tecnológico. "Solamente se aplicarán ajustes técnicos al proceso, se modificarán algunos parámetros, temperaturas, condiciones de extracción y tiempos de contacto", explicó.
"El proyecto se encuentra en una etapa final, solamente faltan algunas pruebas técnicas pero prácticamente estamos listos para escalarlo a nivel planta piloto; hay que hacer pruebas con distintas varietales de uva … El paso siguiente consiste en probar la técnica de extracción en al menos cinco varietales y hacer estudios de compuestos fenólicos, para después concretar el escalamiento a planta piloto", concluyó Eldar Guzmán.
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