París 2024

¿Es culpa de Rusia? Desinformación del Kremlin ‘ataca’ a Imane Khelif y a París 2024

Los Juegos de París 2024 son el ‘blanco’ para la desinformación y la propaganda, y deportistas como Imane Khelif y Lin Yu-Ting han sido los objetivos más atacados.

La boxeadora argelina Imane Khelif ha hecho llamados para evitar los mensajes de odio contra las deportistas en París 2024. (EFE)

La boxeadora olímpica de Argelina, Imane Khelif, ha estado bajo el escrutinio público debido a desinformación al respecto de su identidad durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Ella misma ha pedido a las personas del mundo que se abstengan de intimidar a las deportistas y pide poner un alto al odio en redes sociales.

Y, en medio de la tensión internacional, Rusia está siendo señalada como la nación que da origen a una ola de desinformación y ataques sobre los Juegos de París, luego de que no se le permitiera competir por la guerra en curso en Ucrania.

Moscú está haciendo sentir su presencia en París, con grupos vinculados al gobierno de Rusia que utilizan la desinformación en línea y la propaganda estatal para difundir afirmaciones incendiarias y atacar al país anfitrión, lo que demuestra cómo eventos globales como los Juegos Olímpicos son ahora objetivos de alto perfil para la desinformación y la propaganda en línea.

Desde la semana pasada, las redes de desinformación vinculadas al Kremlin aprovecharon una división social sobre la imagen de Imane Khelif, quien ha enfrentado preguntas infundadas sobre su género con base en prejuicios sobre su expresión y modo de vestir, que no se ajusta a los estereotipos esperados en las mujeres.

A Khelif se le asignó el sexo femenino al nacer y ha vivido como mujer toda su vida, pero surgieron afirmaciones falsas de que “es una mujer trans o un hombre”, después de que la controvertida Asociación Internacional de Boxeo (IBA), la cual tiene vínculos rusos, dijera que no pasó una prueba de elegibilidad opaca antes del campeonato mundial de box en Nueva Delhi en 2023.

En plena competencia el año pasado, solo unas horas antes de que Khelif compitiera por la medalla de oro en la India, la IBA descalificó a la boxeadora. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha dicho que esa decisión fue infundada e injusta, luego de que la medida afectara a Khelif y de que la IBA también le quitara su medalla de bronce a Lin Yu-Ting, boxeadora taiwanesa que también ha sido víctima de los ataques en redes sociales por su “apariencia poco femenina”.


Este año, solo a un pequeño número de atletas rusos aprobados se les permitió competir como deportistas neutrales. Prohibir a los atletas rusos competir bajo la bandera del país o en deportes de equipo tras la invasión rusa de Ucrania prácticamente garantizaba la respuesta del Kremlin, dijo Gordon Crovitz, cofundador de NewsGuard, una firma que analiza la desinformación en línea. NewsGuard ha rastreado docenas de ejemplos de desinformación dirigida a los Juegos de París, incluido un video musical falso que se hizo viral.

Retratando a París como un pozo negro plagado de crímenes, ese video se burla de la justa deportiva y se difundió rápidamente en plataformas de redes sociales como YouTube y X, ayudado en su camino por 30.000 bots de redes sociales vinculados a un notorio grupo de desinformación ruso que antes ya había puesto sus ojos en Francia. En cuestión de días, el video estaba disponible en 13 idiomas, gracias a la rápida traducción de la IA.

La campaña de desinformación de Rusia contra los Juegos de París 2024 se destaca por su habilidad técnica, dijo Crovitz. “Lo que es diferente ahora es que son quizás los usuarios más avanzados de modelos de IA generativa con fines malignos: videos falsos, música falsa, sitios web falsos”, comentó.

¿Qué se sabe sobre la desinformación contra Imane Khelif, boxeadora argelina?

Las redes de desinformación vinculadas al gobierno ruso han golpeteado la imagen de Khelif este fin de semana, luego de los ataques digitales a nivel mundial en su contra.

Las redes rusas amplificaron el debate sobre la identidad de género de Khelif, que rápidamente se convirtió en trending topic en línea.

Los medios de comunicación británicos, la autora J.K. Rowling y políticos de ultraderecha como Donald Trump y Javier Milei se sumaron al diluvio. Rowling es conocida por sus obras de Harry Potter, pero también por su activismo en contra de las personas trans. Hasta ahora, la escritora se ha mantenido firme en sus descalificaciones contra la boxeadora de Argelia y ha apoyado las posturas de la ultraderecha.

En el apogeo a finales de la semana pasada, los usuarios de X publicaban quejas contra la boxeadora decenas de miles de veces por hora, según un análisis de PeakMetrics, una firma cibernética que rastrea las narrativas en línea.

El grupo de boxeo que está en la raíz de las acusaciones, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), ha sido excluido permanentemente de los Juegos Olímpicos, tiene un dirigente ruso que es aliado del presidente ruso Vladimir Putin y su mayor patrocinador es la empresa estatal de energía Gazprom. También han surgido preguntas sobre su decisión de descalificar a Khelif el año pasado después de que venciera a una boxeadora rusa.

Desde finales de 2023, el Tribunal Supremo de Rusia prohibió el movimiento LGBT+ en la nación y lo declaró como “una organización extremista”. Hace tres años, la Constitución rusa fue modificada para consolidar que el matrimonio solo puede existir entre un hombre y una mujer. Las referencias a personas LGBT+ también han sido perseguidas y eliminadas en libros, películas y programas, pues es considerada “propaganda no tradicional”.

Y desde ahí, bajo ese contexto, se ha difundido desinformación sobre la identidad de género de Khelif, quien proviene de Argelia, un país árabe donde también hay castigos severos contra personas LGBT+.

El Comité Olímpico Internacional y el Comité de Argelia ya han defendido en varias ocasiones a Khelif, quien es una mujer boxeadora que se ha tenido que enfrentar a los comentarios de odio racista, machista y a la transfobia.

Los medios estatales rusos han pregonado algunos de los mismos contenidos falsos y engañosos. En lugar de cubrir las competencias atléticas, gran parte de la cobertura de los Juegos Olímpicos se ha centrado en el crimen, la inmigración, la basura y la contaminación.

Un artículo en el servicio noticioso estatal Sputnik lo resumió: “Estos ‘juegos’ de París seguro que van a ir a las mil maravillas. He aquí una idea. Dejen de otorgar los Juegos Olímpicos al decadente y putrefacto oeste”.

Los ‘ataques’ políticos de Rusia contra los Juegos Olímpicos en años pasados

Rusia ha utilizado la propaganda para desacreditar los Juegos Olímpicos pasados, como lo hizo cuando la entonces Unión Soviética boicoteó los Juegos de 1984 en Los Ángeles. En ese momento, distribuyó material impreso a funcionarios olímpicos en África y Asia que sugería que los atletas no blancos serían perseguidos por grupos racistas en Estados Unidos, según un análisis de Microsoft Threat Intelligence, una unidad dentro de la compañía de tecnología que estudia a los actores maliciosos en línea.

Rusia también ha intervenido los Juegos Olímpicos anteriores con ataques cibernéticos.

“Si no pueden participar o ganar los Juegos, entonces buscan socavar, difamar y degradar la competencia internacional en las mentes de los participantes, espectadores y audiencias globales”, concluyeron los analistas de Microsoft.

El Gobierno ruso no ha emitido declaraciones al respecto de estos señalamientos, destaca AP.

Las autoridades francesas han estado en alerta máxima por sabotajes, ciberataques o desinformación contra los Juegos. Un hombre ruso de 40 años fue arrestado en Francia el mes pasado y acusado de trabajar para una potencia extranjera para desestabilizar el país europeo antes de los Juegos.

Otras naciones, grupos criminales, organizaciones extremistas y estafadores también están explotando los Juegos Olímpicos para difundir su propia desinformación.

Cualquier evento global como los Juegos Olímpicos, o un desastre climático o una gran elección que atraiga a muchas personas en línea probablemente genere cantidades similares de afirmaciones falsas y engañosas, dijo Mark Calandra, vicepresidente ejecutivo de CSC Digital Brand Services, una firma que rastrea la actividad fraudulenta en línea.

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