After Office

36 horas en Lima, Perú

La capital peruana ha aprovechado su repunte culinario para maquillarse por completo. Antes se le decía "Lima la fea"; pero hoy todo ha cambiado. 

La capital de Perú quizás no tenga una arquitectura de clase mundial, pero su viejo apodo de "Lima la fea" no es válido en estos días. Un visitante nota de inmediato sus pulcras calles, sus parques hermosamente cuidados y sus majestuosas vistas al océano.

Y luego están los atractivos menos obvios pero finalmente más irresistibles: un rico patrimonio precolombino, su diversidad étnica, y los nacientes escenarios de moda y arte, así como una comida notablemente grandiosa.

1
Viernes

3 p.m.
Recién desembarcado

De las 16 mil cevicherías de Lima, Hijo de Olaya es una de las más pequeñas, y sabrosas. Desde su inauguración en octubre, este sitio reducido y nada pretencioso se ha vuelto popular entre los limeños con criterio gracias a una fórmula sencilla: servicio rápido, un menú pequeño y mariscos frescos, comprados diariamente en el concurrido mercado de pescados de Villa María del Triunfo. Pruebe el clásico ceviche Olaya, preparado con la pesca del día, limones muy ácidos procedentes de la provincia norteña de Piura, chile manzano, cebolla roja, granos de maíz fritos y algas marinas. Viene con un chilcano de pescado, un caldo ligero.

4 p.m.
Artesanías y caminatas


Explore las calles de Barranco, un vecindario con onda artística que alguna vez fuera centro vacacional costero para la clase alta de Lima. Algunas de esas residencias centenarias de estilo republicano siguen en pie; una de ellas alberga una tienda de regalos llamada Las Pallas, perteneciente a un expatriado galés que se ha vuelto experto en arte folclórico peruano. Eche un ojo a objetos únicos de cerámica procedentes del Amazonas y de las tierras altas del sur, y a coloridos retablos hechos a mano, altares portátiles que muestran ceremonias religiosas o escenas de la vida de campesinos. Después, diríjase al arboleado bulevar Sáenz Peña, que lleva a una pasarela situada sobre un acantilado con vistas al Pacífico.

9 p.m.
Exquisiteces nativas

Un entendimiento singular de la biodiversidad de Perú, demostrado en dos menús de degustación divididos según las altitudes y profundidades marinas en que se encuentran los ingredientes, ha hecho que Virgilio Martínez se gane aplausos: su restaurante, Central, subió este año al lugar cuatro de la lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo patrocinada por San Pellegrino. Una comida reciente incluyó un plato llamado Cultivo Frío, preparado con vieiras de mar sacadas a mano a una profundidad de nueve metros y servidas en una salsa marinada de plátano con maracuyá, rodeadas por un collage de emulsiones, flores y hierbas aromáticas, incluyendo cálices de estrella de Belén que saben a ostión. Posteriormente, llegan las costillas estofadas de vacas que pastan en las montañas a 2,750 metros de altura cubiertas con una crujiente capa de leche seca y espolvoreadas con un sabroso sazonador elaborado con corazón de vaca y condimentado con sal del pueblo de Maras, cerca de Cuzco.

1
Sábado

12 p.m.
Emparedado enérgico


Vietnam tiene el banh mi, Italia tiene el panini y Perú tiene el sánguche. Típicamente servido en un pan y relleno con carnes guisadas o asadas al fuego con una variedad de acompañamientos y salsas, este emparedado compite con el ceviche en términos de popularidad. La Lucha es un trepidante restaurante y barra de comida para llevar ubicado en Miraflores que reparte emparedados por millares. Sus dueños usan madera de algarrobo para asar las carnes y papas huayro nativas para preparar papas fritas de corte grueso. Las opciones de salsas de acompañamiento incluyen sabores como aceitunas y pimientos rojos.

2 p.m.
Recorrido de exhibiciones


Barranco tiene más de una docena de galerías y museos. Empiece su circuito en M.A.T.E., dedicado a la obra del reconocido fotógrafo limeño Mario Testino. Después, diríjase a Cecilia González Arte Contemporáneo, una pequeña galería que representa artistas locales nacientes como Mariú Palacios, quien compone fotografías con prendas de ropa, cráneos o pedacitos de porcelana garabateados con mensajes poéticos. A pocos pasos de distancia, la Galería Lucía de la Puente, de 700 metros cuadrados, ha montado exhibiciones de Pier Stockholm, un limeño radicado en París que ha presentado sus pinturas, dibujos e instalaciones en ferias internacionales de arte.

5 p.m.
Moda andina


Hasta hace poco, el escenario de la moda de Lima era casi inexistente. Pero ahora, diseñadoras como Alessandra Petersen están usando técnicas tradicionales de fabricación textil y estampados coloridos para elaborar colecciones imaginativas. Su boutique, situada dentro de una casa de adobe de principios del siglo XX, cuenta con gruesos sacos de lana parecidos a armaduras de cota de malla y collares hilados, a menudo adornados con plumas.

9 p.m.
Comiendo con la gente "in"


Rafael Osterling es una estrella culinaria en Perú y Colombia, donde tiene dos restaurantes. Su éxito empezó a principios de la década del 2000 con Rafael, un elegante salón comedor de Miraflores que atrae a celebridades como el escritor Mario Vargas Llosa y el músico David Guetta. Rafael sirve una combinación creativa de platos internacionales y peruanos, como cabrito estofado con vino Madeira, acompañado de un revoltijo de arroz salteado y frijoles conocido como tacu-tacu, o atún de aleta amarilla rebosado en hierbas aromáticas con albahaca emulsionada y cremosas papas.

11 p.m.
Ritmos en vivo

Los músicos indie locales convergen en La Noche de Barranco, un bar y espacio cultural con presentaciones en vivo. Los estilos musicales recorren toda la gama, desde los ritmos punk-rock de La Sarita hasta las conmovedoras melodías de la cantautora Cristina Valentina. A unas cuadras de distancia, el acogedor El Dragón presenta reggae, funk, jazz latino y música electrónica, y también organiza exhibiciones de artistas prometedores.

1
Domingo


9 a.m.
Colecciones privadas


Luego de una escala en la Plaza Mayor, la plaza central de Lima, y en su imponente catedral colonial, vaya a Casa de Aliaga, una residencia convertida en museo. Construida hace cinco siglos por el capitán Jerónimo de Aliaga sobre tierras donadas por el conquistador Francisco Pizarro, la propiedad ha sido habitada por la misma familia durante 17 generaciones y ha sido meticulosamente conservada. Vea arte de siglos de antigüedad, azulejos mudéjar del siglo XVI, puertas de madera tallada y una capilla privada aprobada por El Vaticano. Después de este curso básico en arte y arquitectura colonial peruana, conduzca 30 minutos hacia el sur para ver un tesoro de joyas, talismanes y armas precolombinas en el museo Oro del Perú.

Medio día
Almuerce con pioneros


Gastón Acurio y su esposa, Astrid, fueron los pioneros del ardiente escenario restaurantero de Lima. El año pasado, mudaron su restaurante, Astrid & Gastón, a una extensa hacienda del siglo XVIII ubicada en el elegante distrito de San Isidro. El lugar también alberga un gastrobar informal, La Barra, donde la cocina prepara platos como hamburguesas de quinoa con crema de chile manzano y bombas de chocolate, una esfera que se abre para revelar una variada combinación de ingredientes como mascarpone y almendra garapiñada.

2 p.m.
Introducción al pisco


No se vaya de Lima, no por esta vez, sin ahondar en la historia y matices del pisco, un destilado de uva que evoca declaraciones como "¡Si no es peruano, no es pisco!" La agencia Jacada Travel organiza catas dirigidas por un sommelier. Su viaje de medio día empieza en el vecindario de clase trabajadora de Pueblo Libre, en la Antigua Taberna Queirolo, que sirve platos clásicos como cau cau, un guiso de tripa de vaca, típicamente rellena de pasta de maíz y cerdo, y cocteles preparados con piscos de Bodega Santiago Queirolo, la bodega de los dueños.

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