BEIRUT.- El director Abbas Kiarostami, uno de los máximos exponentes de la "Nueva Ola" del cine iraní que se caracterizó por contar historias personales de gente común, falleció el lunes en París a los 76 años por complicaciones relacionadas con un cáncer.
Kiarostami fue uno de los pocos cineastas que se quedó en Irán y prosperó tras la revolución Islámica de 1979.
Pese a que sus películas trataban temas muy locales, alcanzaron audiencias globales. Kiarostami ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1997 por "El sabor de las cerezas", un relato sobre un iraní de mediana edad que planea suicidarse y busca alguien que lo entierre.
Kiarostami, nacido en Teherán en 1940, estudió en la Escuela de Artes de la Universidad de Teherán. Su primera aproximación al video fue la realización de comerciales para la televisión local.
Tras la revolución de 1979 que derrocó a la monarquía e instauró un sistema de Gobierno islámico, Kiarostami se quedó en el país cuando muchos artistas y escritores decidieron exiliarse.
El director Martin Scorsese dijo de su trabajo: "Kiarostami representa el máximo nivel artístico en el cine".
Sus películas, que usualmente estaban centradas en niños o iraníes pobres que vivían en áreas rurales, nunca fueron vistas como políticas, a diferencia de la obra de algunos de sus colegas.
Le sobreviven dos hijos, Ahmad y Bahman Kiarostami, quienes se desempeñan en multimedia y documentales.
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