Retratar a través de la historieta, las escenas cotidianas del México popular -las serenatas, las posadas, los mariachis, los mercados, la prostitución y el barullo que los rodeaba- fue un atrevimiento que le valió al caricaturista Andrés Audiffred (1895-1958) convertirse en uno de los mejores cronistas gráficos del país durante la primera mitad del siglo XX.
Así lo considera Rafael Barajas "El Fisgón", quien ha hilvanado el discurso curatorial de la muestra ¡Así somos! Andrés Audiffred y su México: caricatura costumbrista del siglo XX, la cual presenta un recorrido iconográfico por diversas situaciones del mexicano, a comienzos del siglo pasado.
La exposición, que a partir de mañana tendrá lugar en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, rescata y celebra los contrastes del día a día presentes en los cartones de Audiffred.
Con más de 350 obras entre pintura, dibujo, gráfica, fotografía y escultura, la exhibición reúne, asimismo, el trabajo de artistas como Ernesto El Chango Cabral, Luis Hidalgo, Juan O´Gorman, Rafael Freyre, Rufino Tamayo, José Clemente Orozco y José Guadalupe Posada. Además, 200 piezas corresponden a la colección Carlos Monsiváis, "fanático declarado" de Audiffred.
"El Fisgón" asegura que esta muestra es un acto de justicia hacia uno de los caricaturistas más populares de su tiempo. "Andrés fue uno de los primeros en darle vida a muchos de los arquetipos mexicanos del siglo XX, como el pelado, el tarzán, la changuita, el teporocho, los catrines, y las situaciones de éstos".
¡Así somos!... detalla la evolución de la caricatura que capturó los usos y costumbres en el siglo XX.
"El costumbrismo fue una corriente del romanticismo que buscó exaltar lo propio; realzar de alguna manera las costumbres locales y la vestimenta. Por eso la muestra está dividida en nichos temáticos, porque las situaciones determinan, muchas veces, la caricatura", acota El Fisgón. "Los grandes artistas del siglo pasado cultivaron el costumbrismo y México es un país rico en contrastes sociales, donde la clase alta está en pugna con la clase media y los matices conforman un boceto que viajó, y aún viaja por el mundo, gracias al estilo de Audiffred".
La expresión que da nombre a la exposición surgió de una frase de Carlos Monsiváis que enganchó a Rafael Barajas. Por esta razón, cada núcleo temático formula un juego entre las ilustraciones y las palabras con frases como: ¡Así somos, mitoteros!, ¡Así somos, borrachos!, y ¡Así somos, de enamorados!.
Audiffred fue monero en diarios nacionales, pero también hizo el arte de películas como Las casadas engañan de 4 a 6 (1945). Fue pionero de la historieta en México, con Don Timorato y Las aventuras del señor Pestaña.
La última exposición de Audiffred se llevó a cabo en 1960, en el Museo de Arte Moderno, a manera de homenaje póstumo. Cuatro décadas más tarde, El Fisgón considera un mérito hacer público el trabajo de una de las figuras más emblemáticas del siglo XX, por una obra ligada, temáticamente, a personalidades como Octavio Paz y Samuel Ramos.