Cristante, el 'alma del diablo'

En su etapa como portero del Deportivo Toluca ganó seis títulos de Liga, palmarés que lo coloca como el futbolista más ganador de su historia. Aquellos que consiguió bajo la dirección técnica de Enrique Meza (Verano 1999 y 2000) fueron especiales porque la plantilla era muy unida dentro y fuera de la cancha.

"Después de los partidos nos juntábamos en mi casa y hacíamos un asado; la clave de ese plantel era el ambiente positivo que creamos", recuerda Hernán Cristante. Sin embargo, el que más atesora es el del Bicentenario 2010, el último de su carrera y también para el club hasta la fecha.

___¿Por qué le da más valor a ese campeonato?
___A la mitad de la temporada regular tuve una lesión en la rodilla izquierda que me dejó fuera de la temporada. Me suplió Alfredo Talavera y el equipo mantuvo el paso para llegar a la final. Cuando vencimos a Santos en penales estaba en el palco. Lo primero que hizo la plantilla, encabezada por Tala y Sinha, fue llevarme el campeonato hasta allá y todos bajamos al campo a celebrarlo. No me lo esperaba y fue uno de los mejores momentos de mi carrera. Replicamos la semilla de unidad que nos dejó Enrique Meza.

___Dos años más tarde decidió retirarse. ¿Le quedó algún pendiente como jugador?
___Ninguno. Le di todo lo que tuve al futbol y fui feliz en cada uno de los equipos en los que estuve. En el que me sentí más cómodo fue el Toluca. No lo digo por los años que pasé ahí, sino porque el club me dio tranquilidad como jugador. Me permitió sacar mi mejor nivel, aunque en mis primeras dos etapas pasé momentos de incertidumbre. Me prestaron dos veces y regresé a Argentina, no sabía si iba a volver a tener una tercera ocasión de jugar con los Diablos, porque además se presentaron algunos rumores que trabaron mi regreso.

___¿A qué rumores se refiere?
___Hubo de todo tipo. Desde que me gustaba salir recurrentemente de fiesta, hasta que era homosexual. Todos eran chismes. Para solucionar las cosas, Rafael Lebrija, entonces presidente del club, habló conmigo y con el entrenador, que era el Ojitos Meza. Ahí les aclaré que eran afirmaciones infundadas. Me creyeron y luego comenzó la era más brillante del club.

Cristante dio el paso a la dirección técnica en 2014, cuando se convirtió en auxiliar de José Luis Sánchez Solá en el Veracruz. Para febrero de 2016 asumió la responsabilidad del banquillo de Coras de Tepic y tres meses más tarde la directiva del Deportivo Toluca le ofreció las riendas del primer equipo, en sustitución de José Saturnino Cardozo, su ex compañero entre 1998 y 2005.

___¿Habló con Cardozo para saber la situación del club antes de que lo presentaran?
___Sí, él me dio los detalles de cómo dejaba el plantel y algunos consejos de cómo mejorarlo. Con José llevo una amistad entrañable y pese a que él era el técnico que se iba y yo el que llegaba, nunca hubo un mal comentario. Fue sorprendente que la directiva me llamara y tuve que rescindir mi contrato con Tepic, porque no podía decirle que no al lugar en el que se convirtió en mi hogar.

___¿Qué cambios hizo en este semestre? En el pasado se quedaron fuera de la liguilla por perder puntos al final…
___El equipo pasó por una racha de nerviosismo en los últimos partidos como local que nos costaron las unidades que nos faltaban para ir a la liguilla. Para el presente torneo hicimos el compromiso mutuo de no repetirlo. El convenio incluye no dar balones por perdidos, ayudar en los recorridos defensivos y en mantener la intensidad del juego, tanto jugadores como entrenadores. Me hice la promesa de que desde la banca no puedo transmitir conformismo.

___¿Cuál ha sido la clave para estar en los primeros lugares del Clausura 2017?
___La base y los cuatro refuerzos que llegaron. La característica de este plantel es que es sólido en defensa -quinta mejor del torneo- y creativo en ataque. Por las bandas tenemos la velocidad de Fernando Uribe, Erbin Trejo o Gabriel Hauche. Es un equipo que tiene variantes para anotar y que no depende de un elemento.