Dave Roberts tenía cuatro meses como coach asistente en el Padres de San Diego cuando sintió un dolor en el cuello. Observó que tenía un bulto y que conforme pasaron las semanas comenzó a crecer. Cuando decidió ir a una revisión médica recibió la peor noticia: fue diagnosticado con Linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que ataca el sistema inmunológico. Era mayo del 2010.
Roberts no dejó el cargo. Dijo que su terapia era el beisbol y que entrenar peloteros le ayudaba a no pensar en su padecimiento. Sin embargo, en los meses posteriores comenzó a sentirse débil. Los doctores le recomendaron que evitara viajar con el equipo a los partidos de visitante. No tuvo otra opción que seguir los consejos.
Fueron 13 meses de tratamiento mediante quimioterapias, cuando el ahora mánager del Dodgers de Los Ángeles anunció –en junio del 2011- que había superado completamente el cáncer. La noticia la dio a conocer en Fenway Park, casa del Medias Rojas de Boston. No fue un lugar elegido al azar.
Ahí, en el otoño del 2004, fue clave de uno de los capítulos más brillantes de la historia del patirrojos. Se robó la segunda base en la novena entrada cuando el Boston estaba a tres outs de perder la Serie Final por la Liga Americana contra el Yanquis. Luego anotó la carrera que obligó que el juego se fuera a extra innings. El Medias Rojas ganó ese partido en la duodécima entrada. Remontó y se llevó el gallardete en siete juegos. Después se hizo de la Serie Mundial –4-0 ante el Cardenales- y rompió la racha de 86 años sin ganar un campeonato, la llamada Maldición Ruth.
Una vez recuperado, Roberts continuó su etapa con el Padres. En ese mismo 2011 se convirtió en coach de primera base y, cuatro años después, tuvo la oportunidad de ser el mánager del equipo en un partido (derrota 9-1 ante el Oakland), ante el despido de Bud Black.
Nunca pudo ser nombrado el mánager definitivo del San Diego. Pero su labor fue suficiente para atraer la atención del Dodgers. Para el inicio de la campaña del 2016 fue elegido como el mánager de la novena angelina, con lo que se convirtió en el primer afroamericano en el timón en la historia de la organización.
No tardó mucho en demostrar su potencial. Esa misma campaña llevó al Dodgers a disputar la Final de la Liga Nacional –en la que perdió en seis juegos contra los luego campeones Cachorros de Chicago- y fue nombrado mánager del año por el viejo circuito.
Enrique Jerez y Alfonso Celis –comentaristas de la cadena ESPN- coinciden en que sus mejores cualidades es el conocimiento de los jugadores que tiene en el primer equipo y en las sucursales y su selección de personal en situaciones críticas. Por ejemplo, eligió al abridor estrella Clayton Kershaw para que salvara el quinto y definitivo juego de la ronda divisional ante el Washington el año pasado, pese a que sólo tenía dos días de descanso.
Esta temporada guió al Dodgers a tener una marca de 104 victorias y 58 derrotas, su mejor registro desde 1953 y el segundo mejor en la historia de la organización. Para obtener ese récord tuvo que recuperar al equipo de una racha de 16 derrotas en 17 encuentros entre agosto y septiembre.
Después del mal paso, el equipo tuvo su mejor momento en los playoffs, en los que sólo perdieron un encuentro (3-2 ante el Cachorros en el juego 4 de la Final de la Liga Nacional).
Roberts también tuvo que lidiar con lesiones a lo largo del año. En marzo sufrió la baja del primera base Adrián González –quien fue líder de imparables de Las Mayores en 2016 con 162- quien se lesionó de la espalda. Mientras que en julio, el mismo Kershaw salió lastimado de la misma parte del cuerpo.
González fue sustituido por Cody Bellinger, quien fue nombrado el novato del año de la Liga Nacional. Roberts, por su parte, presionó a la directiva angelina para que el sustituto de Kershaw fuera el japonés Yu Darvinsh, del Texas.
El objetivo del mánager –según confesó tiempo después- era sumar al asiático a la rotación abridora en primer plano como reemplazo y, en segundo lugar, tener un brazo confiable cuando se jugara la postemporada. El plan funcionó. Darvish tiene dos victorias en la postemporada, incluida la del juego 3 ante el Cachorros, en la que solo permitió una carrera.
Roberts –quien enfrentará el primer juego de la Serie Mundial ante el Astros de Houston- buscará romper casi 30 años de sequía de títulos de la novena angelina. Tal y como ayudó al Medias Rojas en su etapa como jugador activo.