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Ezekiel Elliot, con buena estrella en Dallas

El novato de los Vaqueros de Dallas, Ezekiel Elliot, no sólo ha contribuido a la buena marcha del equipo, sino que podría romper el récord de yardas por tierra de Erick Dickerson para un corredor de primer año.

En 1983, Eric Dickerson, corredor de los Carneros de Los Ángeles, totalizó mil 808 yardas por tierra y estableció el récord de la NFL -aún vigente- para un jugador de primer año. En 2016, el novato de los Vaqueros de Dallas, Ezekiel Elliott, tiene la oportunidad de romperlo.

Elliott cuenta con 891 yardas esta temporada, las cuales lo colocan con el ritmo necesario para llegar a alrededor mil 782 yardas al final del año.

En este mismo punto, durante su campaña de debut como profesional, Dickerson tenía 995 yardas, pero sólo sumó 813 más en la segunda mitad del calendario. Elliott es explosivo. Hasta el momento tiene un promedio de 2.94 yardas por carrera después del contacto, por lo que, gracias al rol de juegos que se avecina para los Vaqueros, sería capaz de alcanzar la marca histórica.

En lo que resta del año, Dallas enfrentará a sólo dos defensivas efectivas contra la carrera: los Cuervos de Baltimore (número 2) y los Gigantes de Nueva York (3). Sus demás rivales a están muy por debajo del nivel, lo que permitiría a Elliott llegar a la meta dorada.

TODO A FAVOR
Uno de los factores que operaría en contra de Elliott, a diferencia de lo que ocurrió en la época de Dickerson, es que en la actualidad los sistemas ofensivos de los equipos de la NFL prefieren el ataque aéreo.

Pese a esto, los Vaqueros cosechan los frutos ganados por apostar a formar una fuerte línea ofensiva, la cual ha sido fundamental en la buena marcha del joven de 21 años.

Durante la primera mitad de la temporada, la línea ofensiva de los Vaqueros ha permitido que sus corredores generen 4.41 yardas por acarreo después de cruzar la línea de golpeo.

Tres de sus linieros ofensivos - el tackle izquierdo Tyron Smith, el guardia derecho Zack Martin y el centro Travis Frederick- son reconocidos como tres de los mejores bloqueadores de la NFL, lo que facilita la buena marcha del corredor.

La línea es lo suficientemente versátil como ejecutar los esquemas de bloqueo de hombres o zonas que permiten al entrenador, Jason Garrett, y al coordinador ofensivo, Scott Linehan, la opción de mantener una división cercana a 50/50 en las jugadas por carrera y pase, lo que ha tenido un efecto positivo también en el quarterback Dak Prescott, el otro novato estrella de Dallas, quien no ha tenido que cargar con el peso ofensivo solo.

DICKERSON NO FUE UN CUALQUIERA
Luego de ser una estrella colegial con la Universidad Metodista del Sur, Eric Dickerson fue seleccionado en la primera ronda del reclutamiento colegial de 1983 por los Carneros de Los Ángeles.

Durante sus 11 temporadas como profesional vivió sus mejores años con los Carneros y los Potros de Indianápolis, para jugar posteriormente con los Raiders de Los Ángeles y los Halcones de Atlanta.

Durante su trayectoria, Dickerson sumó 13 mil 259 yardas por carrera, las cuales lo ubican como el séptimo mejor de la historia en ese departamento.

Su momento cúspide llegó en 1984, cuando logró la marca de más yardas terrestres en temporada regular, de 2 mil 105.

Sus dos primeras campañas hicieron pensar que Dickerson tendría lo suficiente para convertirse en el mejor de la historia, pero las lesiones comenzaron a mermar sus facultades, además de que se le conoció como un elemento de carácter complicado, lo cual propició que cambiara varias ocasiones de equipo.

ELLIOTT Y PRESCOTT, SUMA POSITIVA
Independientemente de la marca individual que pueda ser alcanzada por Elliott, la temporada 2016 se recordará por ser la de su llegada, junto con Prescott, al equipo.

Para el arranque de la Semana 10, los Vaqueros poseen la mejor marca de la Conferencia Nacional y tienen altas posibilidades de clasificar nuevamente a la postemporada.

En la historia de la NFL no hay un caso parecido que asemeje la efectividad e impacto de la dupla de los Vaqueros.

En la última década, algunas otras parejas de novatos que brillaron para sus equipos fueron: el receptor A.J. Green y el quarterback Andy Dalton, que en 2011 permitieron que los Bengalíes de Cincinnati pasaran de una marca perdedora de 4-12, a una ganadora de 9-7. Ambos fueron elegidos para jugar el Pro Bowl.

En 2006, el corredor Reggie Bush y el receptor Marques Colston llegaron desde el futbol americano colegial para ayudarle a los Santos de Nueva Orleans a quedarse a sólo un triunfo de jugar el Super Bowl, pues perdieron la final de la Conferencia Nacional frente a los Osos de Chicago.

De cara a la temporada 2012, los Piejes Rojas de reclutaron al mariscal de campo Robert Griffin III y el corredor Alfred Morris. Gracias en buena parte a su desempeño, el equipo de la capital de Estados Unidos ganó el título de la división Este y llegó a la postemporada.

Aunque Griffin tuvo un impacto más mediático (sumó más de mil yardas por pase), la efectividad de Morris también fue notable, pues alcanzó mil 613 yardas por tierra.

Por último, también en 2012, los Halcones Marinos de Seattle cimentaron buena parte del éxito que han vivido en los últimos años gracias a la llegada de los novatos Russell Wilson (quarterback) y Bobby Wagner (linebacker).

Seattle terminó con marca ganadora (9-7) por primera ocasión desde 2007, además de que Wagner ganó el premio al Novato Defensivo del Año, mientras que Wilson, tomado hasta la sexta ronda del reclutamiento, se consolidó como titular y sumó 3 mil 118 yardas por pase, 26 de touchdowns y sólo 10 intercepciones.

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