En la adolescencia batallaba entre la pintura y la música, que considera su vocación frustrada a pesar de que, desde hace más de 30 años, toca la batería con su banda Los enemigos de Los Beatles.
Con una trayectoria de cuatro décadas en la plástica, Gabriel Macotela sólo hace música en su estudio, en sesiones privadas de jazz y blues. Melómano "sin prejuicios", escucha todo tipo de música y a veces se cuelga la guitarra para jugar con los riffs de grupos como los mismos Beatles, Led Zeppelin o los Stones. También toca salsa.
De izquierda, ha abordado la migración como eje de su obra pictórica reciente. Creó junto a Mardonio Carballo y Demián Flores MONTARlaBestia, exhibición itinerante que comenzó en febrero en Oaxaca y acaba de arribar a Puebla, de donde seguirá hacia el Estado de México.
Además participa en la colectiva Migrantes, que abre este jueves en la Galería Aguafuerte, junto a otros artistas como Pedro Valtierra, Francisco Mata Rosas y Pablo Maire, inspirada en el homicidio de 72 personas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010.
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___¿El arte es una forma de activismo?
___Sí lo creo. Desde los años 70 estoy en eso, pertenezco al grupo SUMA (creadores de la neográfica, que hicieron de la calle tema de su obra y el espacio para difundirla), somos varios fundadores y siempre hemos sido activistas de una izquierda en la que creemos.
___¿No la izquierda está en crisis?
___Es una actitud que no tiene que ver con eso, una preocupación real de justicia, contra la impunidad, contra las muertes, los desaparecidos, contra una política, una clase política neoliberal terrible. Viajo mucho por la República dando talleres a jóvenes y no hay un lugar donde no haya problemas tremendos de abuso de poder.
___¿Entonces qué es lo que está en crisis? ¿La política?
___México está llegando a un momento que no imaginábamos. Tanta gente muerta, desaparecida. La clase política no sabe gobernar y la gente está cansada del mal gobierno, es lo que creo y lo digo sinceramente. No es un discurso de izquierda, tiene que ver con una realidad. Aquí tenemos la segunda migración más grande en el mundo, después de la India. Son familias desintegradas, de gente pobre que pierde muchas cosas, es una tragedia muy grande.
___¿Qué influencia tiene el arte en la sociedad?
___Ninguna. Nos rebasa este mar de poder económico, que es lo que manda ahora. Un sinsentido en un país donde la mitad de la población es pobre. Es un pequeño agente de cambio, porque alimenta nuestra espiritualidad, pero para cambiar una realidad se requiere una conciencia social. Sería muy pretencioso decir que el arte nos cambiará, porque hay mucha gente que nunca ha leído a Borges, a Paz, que no ha visto un Picasso, pero sabe qué pasa y qué está mal, incluso sin tener acceso al arte.
___¿Qué les queda por hacer a los artistas?
___Manifestarse, ser activos. Los problemas son muy complejos y la gente que realmente se informa es la minoría. Los creadores pensantes tratamos de informarnos y compartir. Por ejemplo, cómo es posible que en Oaxaca vaya a ser gobernador un chavo que nunca está allá (Alejandro Murat Hinojosa), hijo de un gobernador corrupto (José Murat). El PRI lo puso ahí y lo peor es que pudo haber sido el PAN o el PRD, es lo mismo. El Estado ha fallado.
___¿Todavía cree en el trabajo colectivo?
___Siempre lo he hecho, junto con muchos camaradas, como se decía antes. Hemos tratado de agruparnos, y creo en eso, que artistas, profesionales, artesanos, trabajadores de lo que sea, podemos hacer algo y empezar a cambiar este país. No creí ver tanta impunidad, tanta muerte, esta brutalidad, este cinismo, tanta doble moral.
___¿Cómo son las obras que ha creado para estos proyectos sobre migración?
___Sigo creyendo en el humanismo, a pesar de que nunca en la historia del mundo ha habido tanta pobreza como ahora. El migrante, la obra que hice para la galería Aguafuerte, es un hombre con un paisaje atrás de figuras como fantasmas, como esas presencias anónimas que viajan en las migraciones.
___¿La migración es, en efecto, una esperanza?
___Creo que la esperanza la tenemos todos y trato de transmitirla, tengo energía para seguir trabajando, si no, estaría derrotado.
Es el impulso creativo, pero no sólo de los artistas, sino de la señora que sale en la mañana a vender tamales, el que maneja un taxi, todos. Los que somos éticos. Soy agnóstico, pero sé que la ética es el fondo de todo.