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La eperanza en el cambio se fue: Quino

Igual que su famoso personaje "Mafalda", Joaquín Lavado 'Quino' sigue preocupándose por la civilización. “Hoy hay más pobres en el mundo que cuando yo la dibujaba”, aseguró el caricaturista. 

Con 82 años, el caricaturista argentino Joaquín Lavado Quino todavía se preocupa por el mundo, igual que Mafalda, el personaje que creó hace cinco décadas. "Aunque no debería preocuparme tanto, a esta edad no me queda mucho por ver", bromea y se lamenta de que, hoy, "hay más pobres en el mundo que cuando yo la dibujaba".

La niña con ideales políticos y aversión a la sopa (una alegoría, cuenta Quino, de la dictadura militar), fanática de los Beatles, con un humor ácido propio de la inocencia infantil, cumple 50 años y la editorial Penguin Random House lo celebra con reediciones de la serie de 12 volúmenes de Mafalda, los seis libros de humor de Quino, (el primero, Mundo Quino, de 1962) y otros como Quién anda ahí, Yo no fui, y Mafalda. Todas las tiras.

A propósito del lanzamiento editorial, Quino ofreció una videoconferencia desde Buenos Aires, en la que reconoció que Mafalda sigue vigente, porque "el mundo no ha cambiado tanto", pero, aclara, no se volvió un clásico. "Como los Beatles creo que no habrá otra cosa".

La esperanza, advierte, sí desapareció. "Lo que pasa es que la época en que yo dibujaba a Mafalda, prometía grandes cambios en todo el mundo, desde el Ché Guevara, Juan XXIII, Kennedy, la guerra de Vietnam, los movimientos femeninos, creímos que todo iba a cambiar para mucho mejor y lamentablemente no fue así".

Quino reconoce que en los últimos años el papel de la Iglesia se ha transformado. "Es un cambio muy notable con el papa Francisco, que aparentemente si lo dejan hacer lo que él quiere, va a resultar muy positivo. Ha cambiado también la imagen del Papa, antes era la palabra de Dios, y se ve que Francisco quiere mostrar que no es Dios".

Y es que, como hijo de republicanos españoles desde chiquito es anticlerical, dice. "Estoy contra todas las cosas que tienen las religiones.

En realidad soy agnóstico, porque no creo que la mente humana logre algún día captar este misterio del universo, pero no puedo decir que soy ateo porque tampoco podemos demostrar que Dios no existe", concluye quien se inspiró en su sobrino para crear a Guille; en el papá de un amigo suyo, para Don Manolo, y en el poeta Jorge Timosi, para Felipe.

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