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Lo mejor del helado artesanal europeo ahora en el DF

Delicias que en el Viejo Continente son parte de la dieta diaria, ya puedes encontrarlos en la Ciudad de México. Con Luca, Alfonso Jarero obtuvo el primer lugar en el certamen de helados artesanales que se realizó este año durante la cuarta edición del Festival Nivarata en Sicilia.

Con Luca, una creación de chocolate que no utiliza crema ni leche, Alfonso Jarero obtuvo el primer lugar en el certamen de helados artesanales que se realizó este año durante la cuarta edición del Festival Nivarata en Sicilia.

Este premio, llamado Caviezel en honor a Luca Caviezel, maestro gelatiere reconocido como un icono mundial en la creación de helados artesanales, se otorga al heladero que se distingue por su maestría y capacidad técnica. Alfonso participó por invitación del certamen como el único extranjero, compitiendo con expertos italianos.

El maestro heladero, que en 2009 abrió Ozio Gelateria Artigianale en Polanco y en Mercado Roma, además de ser proveedor de restaurantes, otorga a sus creaciones nombres propios. Luca se llama así para honrar a quien dio identidad al premio siciliano. Fragolina, por ejemplo, es una propuesta de cinco frutas: fresa, zarzamora, frambuesa, naranja y vainilla.

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Disfrutar sin culpa

Contiene vitaminas, proteínas y otros nutrientes. Una bola de nieve tiene alrededor de 65 calorías, mientras una bola de helado de leche o crema, entre 120 y 150 calorías.

En Europa, los helados artesanales son parte de la dieta diaria. Es recomendable tomar una porción de helado al día. Las creaciones del mexicano se pueden degustar incluso como aperitivo o digestivo. Si bien la mayoría de sus sabores son dulces, también fabrica salados.

Dedicarse a esto tiene algo de misterio, pues cada experto guarda secretos para hacer delicias únicas; sin embargo, comparte Alfonso, debe respetar el proceso artesanal que él aprendió en Argentina, España e Italia. "Hay tres tipos de helado: base crema, base leche y base agua, y podemos jugar con todo esto. El maestro heladero es la pieza clave, tiene la habilidad y la técnica para crear cualquier sabor".

En Ozio se respeta la temporada de las frutas. "Cuando no es época de mango, lo cambio por mandarina o tuna roja; usamos la fruta cuando está en su mejor momento. México es muy rico en frutas y hay que aprovecharlo, aquí tenemos muchísimos ingredientes como el cacao, la vainilla y también los aprovechamos", explica quien produce en promedio mil 400 litros al mes.

El experto asegura que disfrutar un helado artesanal es una experiencia de viaje cultural gastronómico y geográfico, gracias a los ingredientes que utiliza, provenientes de México o de otras partes del mundo. En sus recetas incluye, por ejemplo, avellanas importadas de Piamonte, Italia, que aportan un ingrediente básico de este tipo de helados: el aroma.

Son de colores delicados en tonos pastel, con una consistencia cremosa y fácil de servir que no se derrite rápidamente, cuya frescura no produce ese efecto de "quemar" el paladar, sino que estalla en la boca con una sensación refrescante.

Se pueden crear nuevos sabores, o resaltar el sabor de una fruta, como con su helado de maracuyá. "Tengo algunos sabores que sólo hay en cierta temporada, están los clásicos también como limón, vainilla, chocolate o fresa, pero lo que quiero es que la gente se dé sus vueltas, porque una heladería requiere muchos cambios y es el reto del maestro heladero, crear nuevos sabores para ofrecer más experiencias".

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Ozio Gelateria Artigianale

Cuenta con dos sucursales: Polanco y Mercado Roma. Además de ser proveedor de restaurantes, otorga a sus creaciones nombres propios.

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