De origen mexicano, el arquitecto y escritor Mario Alfredo Grajales presentó en días recientes su primera novela, El arquifante, editado bajo el sello Umbriel, de Ediciones Urano.
¿Se parecen la arquitectura y la literatura?
Totalmente, todas las artes tienen en esencia lo mismo. Ambas construyen, algunas son piezas materiales, otras son teóricas, o necesarias para vivir. En las dos hay ritmo, aceleración, volumen, intensidad, están hechas más o menos de lo mismo.
¿Por qué eligió el realismo mágico para narrar?
Los arquitectos siempre andamos entre lo técnico y lo poético, necesitamos saber construir y saber usar la metáfora formal para evocar significados y emociones; es ahí donde el realismo mágico tiene mucho que ver.
¿Hay poesía en la arquitectura?
Sí, la arquitectura más sublime se puede calificar de poética. Es una de las bellas artes, que desgraciadamente, no toda se aprecia de la misma forma, no tiene la misma posibilidad de llegar a concretarse de esa manera poética, mucho se hace sin arquitectos y se queda en una simple construcción.
Conózcalo
Construcción: En 1997 fundó la firma Sincroníarquitectura.
Letras: Antes de comenzar su novela escribía sobre teoría arquitectónica.