Motivado por la nostalgia de su tierra, Edgardo Estrada abrió hace 12 años la primera sucursal de Mi Gusto Es, un restaurante de mariscos y comida del mar estilo Sinaloa que presume de servir el mejor Aguachile de la Ciudad de México.
Él y su esposa, Gabriela Rodríguez, están al frente de esta cadena que ahora cuenta con 12 restaurantes de ambiente relajado y amigable con el verdadero sabor del Pacífico, como dice su slogan. "Inicialmente fue por una necesidad personal, yo soy de Sonora y uno de los socios es de Sinaloa, y este tipo de productos de cocina regional no había en la capital", cuenta Edgardo del restaurante que abrió con sólo cinco mesas, una carta de barra fría y sólo tacos y caldos de cocina caliente.
Además de sus platillos más reconocidos, ahora cada tres o cuatro meses cambian su carta, de acuerdo con la temporada, con cinco opciones nuevas en promedio. "Y en el periodo de tiempo que estamos evaluando el producto, vamos determinando cuáles tuvieron más aceptación y son los que ingresamos a la carta y los sustituimos por los de menor desplazamiento", agrega el fundador.
Los anfitriones recomiendan que, si es su primera vez en el restaurante, pruebe un Carrusel, con una selección de camarones preparados con distintas recetas y estilos característicos del lugar. Otros preferidos son el Taco Chiludo, la Tostada de Atún, el Taco Sinaloense y el Taco Demandado.
El Torito es un chile güero relleno de camarón o marlin frito, bañado en salsa de la casa. El Aguachile se prepara con camarón crudo cocido con limón, sal y chile chiltepín. El Carrusel es un filete zarandeado y combo con 10 camarones de la mejor selección de su cocina caliente. Y en cuanto a los tacos, el Chiludo es de chile güero relleno de marlin en tortilla de harina con queso; el Sinaloense de camarón, chile guajillo y queso gratinado en tortilla de harina, y el Demandado de estofado de marlin o camarón con queso.
"Realmente el tipo de cocina es muy regional, muchos de los productos los traemos directamente de Sonora y Sinaloa, de esa manera, el sabor lo conservamos. La cocina fría es muy fresca", destaca Edgardo.
"Cuando empezamos, nuestro diferenciador era que estábamos acostumbrados al marisco con cátsup y el camarón rosa. Como lo preparamos nosotros, por ejemplo, para el Aguachile, es cocido al limón y es gris", agrega Gabriela, quien es originaria dela Ciudad de México.
"Funcionó muy bien acá, porque le permitió al capitalino conocer el sabor real del marisco. Muchos de nuestros insumos son de la región: chile, tortilla, camarones, pescado, para garantizar un sabor regional".